El 'atajapenales' Diego Alves le da al Flamengo la Supercopa de Brasil
Derrotó en los lanzamientos desde el punto del penal al Palmeiras por 6-5. En el tiempo regular habían empatado 2-2
Agencia AFPCon una actuación estelar del portero Diego Alves, Flamengo consolidó su poderío en Brasil al alzar su segunda Supercopa consecutiva. Los cariocas vencieron 6-5 a Palmeiras en la definición por penales, tras empatar 2-2 en el tiempo regular, en un emocionante cotejo disputado este domingo en Brasilia.
Los bicampeones del Brasileirao repitieron el título ganado en 2020 en esta competición, bajo el mando del portugués Jorge Jesus, en una nueva exhibición de Alves bajo los tres palos del estadio Mané Garrincha.
El exportero del Valencia y de la selección de Brasil, que también tuvo una actuación destacada en los noventa minutos, atajó tres (Luan, Gabriel Menino y Mayke) de los nueve disparos del Palmeiras. Otro, el de Danilo, se fue desviado.
Mi actuación "entra en mi galería de las más importantes", afirmó Alves. "Pero no podemos vivir del pasado, los títulos están colgados en la pared, ahora tenemos que intentar conquistar más".
El uruguayo Giorgian de Arrascaeta, Vitinho, Gabriel Barbosa "Gabigol", Joao Gomes, Michael y Rodrigo Caio anotaron para los hombres que dirige el mítico exgolero Rogerio Ceni. El portero verde, Weverton, atajó dos disparos -Mateuzinho y Pepe-, pero la puntería de sus compañeros no estuvo de su lado.
La conquista del doblete en la Supercopa de Brasil, que enfrenta al campeón del Brasileirao y de la Copa, fue un premio justo para un equipo que volvió a apostar por fútbol ofensivo en un choque contra uno de sus máximos rivales.
Raphael Veiga (1) ilusionó a los paulistas al abrir temprano la cuenta en la calurosa capital brasileña, aunque el 'Fla' empató pronto a través de su goleador "Gabigol" (23). En un remate desde fuera del área, De Arrascaeta (45+4) puso el 2-1.
La victoria de una de las mejores nóminas de América estuvo en entredicho por un tanto de Veiga, de penal (74), que llevó a la definición desde el punto blanco.
Flamengo se quedó con la cuarta edición de la Supercopa, que enfrenta a los campeones del Brasileirao y de la Copa de Brasil, en un recinto deportivo sin público ante la arremetida de la pandemia.
Al mando de Rogerio Ceni, quien aterrizó en Rio de Janeiro hace seis meses, los rojinegros han ganado el Brasileirao -también lo alzaron en 2019- y la Supercopa, los dos primeros grandes títulos como entrenador del mayor golero anotador de la historia.
La Supercopa es el décimo título del 'Mengão' en las dos últimas temporadas.
La derrota, por otro lado, significa un duro golpe para el Palmeiras del portugués Abel Ferreira, campeón de la Copa Libertadores, que el miércoles enfrentará en Brasilia a Defensa y Justicia en la final de vuelta de la Recopa Sudamericana. Los paulistas vencieron 2-1 en la ida, en Argentina.
El libreto reprodujo el ADN reciente del dúo de campeones: Flamengo apostando por un juego ofensivo; Palmeiras jugándosela por transiciones rápidas una vez recupera el balón.
La presión agresiva que plantean los paulistas en la salida de sus rivales dio frutos muy temprano. Alves rechazó una pelota que Felipe Melo, unos metros por delante del mediocampo, direccionó a Veiga. El volante protagonizó una preciosa autohabilitación, que incluyó un ocho para esquivar a William Arao, para anotar.
Aunque prematura, el tanto mantuvo el guion. Flamengo no traicionó su ideología y buscó averiar a Weverton con remates lejanos de Diego Ribas y De Arrascaeta. Palmeiras respondió con contragolpes de Breno Lopes, Wesley y Rony.
El Mané Garrincha alojó una final digna de Brasil, apenas dos pesos pesados enfocados en herir a su rival en cada oportunidad servida.
En un nuevo intento por emparejar las cuentas, Filipe Luis dribló hábilmente al paraguayo Gustavo Gómez. Su zurdazo se estrelló con el palo derecho de Weverton y el rebote quedó a disposición de "Gabigol".
Ni las tablas variaron la ruta planteada desde el inicio.
El derroche de opciones tuvo su premio en el descuento, minutos después de que Abel Ferreira fuera expulsado por protestar decisiones arbitrales, cuando De Arrascaeta desenfundó un derechazo rastrero que se coló en el ángulo inferior.
Al regreso de las duchas, el 'Mengão' mantuvo el control de la pelota pero sin ensuciar el uniforme del siempre seguro Weverton.
Palmeiras jugó las cartas del contragolpe, sin grandes mordidas. Apenas un bocado bastó para emparejar la serie. Rony venció en velocidad a Rodrigo Caio, quien haló su camiseta. El juez pitó penal y Veiga empató.
Los penales consolidaron a Ceni como entrenador promisorio, ratificaron la ambición ganadora de una nómina de lujo y a Alves como uno de los mejores atajadores de penales del planeta.