Ciudades fronterizas con Brasil enfrentan la Covid casi sin recursos

Beni, Erbol 
La pandemia del coronavirus parece haberse ensañado, en la tercera ola, con las regiones bolivianas fronterizas con Brasil. En Guayaramerín y Riberalta. Los pacientes críticos con Covid-19 han colapsado en pocos días su insuficiente y precario sistema de salud. Aunque todo indica que la variante P-1 del coronavirus, que se propagó por varios países y está multiplicando los casos en el vecino país, está presente en estas regiones, el Gobierno ha pedido esperar los resultados de más de una treintena de muestras, tomadas a personas sospechosas de portar la cepa brasileña, enviadas al exterior hace más de un mes, para confirmar o descartar este hecho. 

La cifra diaria de muertes por la enfermedad en Brasil aumentó a su nivel más alto, lo que alertó a los países vecinos sobre el riesgo de la propagación de la nueva variante. Es de 1,4 a 2,2 veces más contagiosa que las versiones del virus encontradas anteriormente en Brasil, y es de 25 a 61 por ciento más capaz de reinfectar a las personas que ya han sido infectadas por una cepa anterior, “puede evadir la inmunidad proporcionada por una infección pasada”, aseguran científicos.

Legisladores nacionales de los departamentos del país afectados por esta nueva ola del coronavirus señalan que se encuentran ante un desastre epidemiológico y que los datos oficiales no reflejan las estadísticas reales.

La situación es “dramática” en los municipios de Cobija, en Pando, y Guayaramerín y Riberalta, en Beni. El sistema de salud colapsó, por lo que es urgente asumir medidas que permitan contrarrestar la pandemia, sostienen.

“En el norte amazónico vemos que la crisis del coronavirus se está agravando cada día más. Riberalta y Guayaramerín, dos de los municipios más grandes que tiene Beni, están abandonados a su suerte (…). Por eso estamos exigiendo hoy que se declare emergencia nacional”, manifestó el diputado de Comunidad Ciudadana (CC) Óscar Balderas.

Acciones

Para contener los contagios de Covid-19 y el ingreso de la nueva variante, el Gobierno decretó el cierre temporal de la frontera con Brasil y controles estrictos en las terminales aéreas y terrestres. En principio, del 1 al 7 de abril, y ampliado posteriormente hasta el 16 de abril.

Semanas después de conocerse la escalada de casos, presuntamente por la variante brasileña P-1 ante la similitud de la sintomatología, la administración de Luis Arce determinó enviar dosis de vacunas chinas anticovid Sinopharm para inmunizar a la población fronteriza y reforzar las acciones de prevención con el envío de pruebas y brigadas médicas. 

Pero las cifras de contagios han ido aumentando en la última semana, en un solo día se reportaron 100 nuevos casos positivos en Beni, y debido al colapso de las unidades de terapia intensiva, los pacientes críticos fueron transferidos a hospitales de Santa Cruz. 

El Gobierno entregó a Beni 60 mil vacunas del sistema Covax. De éstas, 40 mil son para Riberalta y 20 mil son para Guayaramerín, para priorizar sobre todo a las personas mayores y con enfermedades de base. 

Situación en Beni

En mayo de 2020, Beni, particularmente su capital Trinidad, fue la región más golpeada del país por el coronavirus, pero principalmente por efecto de la falta de infraestructura hospitalaria, unidades de terapia intensiva (UTI), personal especializado, médicos, entre otros.

Ahora se repite la historia, pero las zonas más impactadas son las fronterizas con Brasil, Guayaramerín y Riberalta.

Claudia Egüez, senadora beniana que reside en Riberalta, manifestó que los datos que se presentan en los reportes oficiales del Ministerio de Salud no reflejan lo que pasa a diario en esa región.

“Pasamos por un tema escalofriante, ha habido bastantes decesos y no todos están en la estadística, en el reporte Covid. En un día tuvimos en Riberalta 22 decesos, es sumamente terrible. En 48 a 72 horas, (las personas contagiadas) están en estado crítico. Ya no es la gente mayor (adultos), sino son jóvenes”, sostuvo la legisladora.

Agregó que la mayoría de la gente contagiada está en sus casas porque “no hay donde atenderlos”.

“Entonces está muriendo la gente en sus casas, y eso es lo realmente preocupante, porque tener un muerto con Covid en la casa, están las otras personas, los vecinos; entonces, es un contagio masivo lo que se está viviendo ahora en todas las zonas de la frontera”, indicó.

Acotó que el 30 por ciento de la población de Riberalta estaría infectada.

A la falta de infraestructura hospitalaria, en Riberalta se ha sumado otro problema: el pago al personal de salud, pues se le adeuda sueldos de varios meses. 

El poco personal especializado realizando dobles turnos y más de 50, entre médicos, enfermeras y personal de apoyo, están contagiados.

“Tenemos dos centros, el Hospital General de Riberalta con 16 camas y el Hospital materno Infantil, a punto de cerrar porque no hay el dinero para mantener el personal ni para la alimentación de la gente que está ahí “, indicó la legilasdora. 

Según el Sistema Nacional de Información en Salud-Vigilancia Epidemiológica, en Riberalta hay 37 establecimientos de salud. De éstos, 34 son centros de primer nivel: 20 centros de salud ambulatorio, dos policonsultorios, seis puestos de salud, un policlínico, entre privados, públicos y de seguridad social.

Cuenta con dos hospitales públicos: el Hospital Materno y el H.B. Riberalta, además del H. Obrero Nº 69 de Seguridad Social.

Las falencias se repiten

“En Guayaramerín solamente se tiene 10 camas. De igual manera, no hay donde atender a la gente; hay los domos, pero no es para terapia intensiva. Entonces estamos con estas dificultades”, dijo la senadora Egüez.

El mismo sistema informa que en Guayaramerín hay 21 centros de salud; de éstos, 18 son de primer nivel, y tres, de segundo nivel: el Hospital Materno Infantil y el Hospital Luis Alberto Moscoso, además del Hospital Obrero Nº 15 del sistema de Seguridad Social.

La alcaldesa de Guayaramerín, Helen Gorayeb, llegó a La Paz la semana pasada y alertó que la situación en esa ciudad fronteriza es crítica por la pandemia, pero además se enfrenta la carencia de recursos económicos para la compra de insumos como el oxígeno y el pago de sueldos.

“La situación es muy crítica porque: o pagamos sueldos o pagamos oxígeno, o pagamos sueldos o pagamos medicamentos, o pagamos sueldos o compramos alimentación para los hospitales”, indicó la autoridad.

Situación en Pando

El municipio de Cobija capital del departamento de Pando es el más afectado en la región fronteriza con Brasil. La senadora por Pando, María Dulce Araujo, informó que esa región tiene el 80 por ciento de frontera con Brasil y que la situación es muy crítica.

“Estamos pasando una triste realidad, tenemos las redes de salud de las asistencias públicas y privadas totalmente saturadas, la ocupación de las camas hospitalarias está por encima de un 85 por ciento, las clínicas no tenían oxígeno disponible, no hay terapias suficientes”, sostuvo.

Agregó que solamente tienen dos profesionales en terapia intensiva para 70 mil habitantes, cinco UTI tanto en el Messuti como en el Hospital Roberto Galindo, para todo un departamento.

Según el detalle, es muy difícil el cierre de la frontera de este departamento con Brasil debido a que se tienen como dos ciudades gemelas y el paso, de un lado y del otro, es constante porque la gente vive de la actividad comercial.

La ciudad fronteriza en Brasil con la que se tiene mayor flujo de comercio es con Villa Epitaciolandia, adonde los bolivianos cruzan por el puente internacional para comprar algunos alimentos básicos —carne, arroz, entre algunos—, que son más baratos por el tipo de cambio que es favorable. El real (moneda de

Brasil) está en 1,30 bolivianos, cuando antes se encontraba en 3 o 4 bolivianos.

La legisladora detalló que en el tiempo que estableció el Gobierno para el cruce de fronteras se registran “colas inmensas, una aglomeración increíble para poder hacer compras en Brasil. Imagínese la situación que esta viviendo el municipio de Cobija”.

La senadora Araujo informó que la tasa de incidencia de casos nuevos, en las últimas semanas epidemiológicas, subió de 12 y 13 por ciento.

“La tasa de mortalidad está en pleno ascenso en nuestro departamento. En las vacunas no hay problema, pero en el segundo y tercer nivel estamos totalmente saturados, estamos con muchas dificultades, poco apoyo del Estado”, dijo .

Con relación al municipio fronterizo de Bolpebra, la senadora señaló que la situación no es tan crítica como en Cobija, porque no hay una cercanía con una ciudad de Brasil como la que tiene la capital pandina.

Evitan ir a hospitales

Por otra parte, Araujo detalló que, al igual que en Beni, debido a la saturación de los hospitales, la población optó en quedarse en casa para tratarse si tienen algún síntoma.

“Hay personas que tienen miedo de ir al hospital, porque dicen que ya salen del hospital directamente a enterrarlos, entonces prefieren quedarse en casa, no quieren recibir una atención; con los síntomas que tienen se toman remedios caseros”, dijo.

Añadió que para todo el departamento de Pando sólo existe un hospital de segundo nivel y que el hospital de tercer nivel, inaugurado recientemente, sólo está atendiendo enfermos con Covid-19 y ya está saturado,

“La falta de apoyo del Gobierno nos está matando también”, indicó.

 

Bolivia cuenta con pocos hospitales de tercer nivel

El municipio de Cobija cuenta con 27 instituciones de salud, entre establecimientos de primer nivel y los ambulatorios. Según el Sistema Nacional de Información en Salud-Vigilancia Epidemiológica (SNIS-VE), la capital pandina cuenta con un hospital de tercer nivel y dos de segundo.

El hospital de tercer nivel Hernán Messuti Ribera fue habilitado para atender a los pacientes críticos con Covid-19. Cuenta con cinco camas para terapia intensiva, 10 para internación y un laboratorio.

Parámetros OMS

De acuerdo a los parámetros de la OMS, debe existir un hospital de tercer nivel por cada 75.000 habitantes, es decir que Bolivia debería contar mínimamente con 149 de estos nosocomios.

Todos los hospitales públicos del país suman 34, sin tomar en cuenta los 45 hospitales de propiedad de la Iglesia católica, de la empresa privada, Caja Nacional de Salud y otros pertenecientes a la seguridad social.

La suma de todos los hospitales de tercer nivel da un total de 79, apenas llegarían al 50 por ciento del parámetro establecido por la OMS. 

De los 3.973 hospitales existentes en Bolivia, 3.656 son de primer nivel y 238, de segundo, distribuidos en los nueve departamentos. Según el Ministerio de Salud, el 92 por ciento son de primer nivel; 5,9 por ciento, de segundo, y 1,9 por ciento de tercer.

 

Ampliación del cierre fronterizo

Bolivia decidió ampliar el viernes una semana más —hasta el 16 de abril— las restricciones de circulación en la frontera con Brasil y así como con los otros países vecinos como medida de prevención ante el riesgo de contagio de nuevas variantes de la Covid-19.

La ampliación es “prorrogable” en función de las evaluaciones epidemiológicas, según un comunicado conjunto del Ministerio de Salud y la Cancillería. En ese periodo se dispondrá diariamente el tránsito fronterizo durante cuatro horas, en las poblaciones bolivianas fronterizas con Brasil, mientras que con Perú, Chile, Argentina y Paraguay será por ocho horas diarias. 

Este domingo, el Gobierno levantó las restricciones en la frontera de Cobija con Brasil.

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