El tercer triunfo al hilo llena de confianza al
equipo, que está bien vivo en los dos frentes. Y lo fundamental: hay una
idea, señas de identidad. No es poco.
Antonio Serpa
¿Qué se puede destacar del triunfo contra Huracán? Primero, la
tranquilidad que otorga una posición más sólida en el torneo local (más
allá de que no sea el objetivo principal, sería un golpe no estar entre
los clasificados). Eso permite ir trabajando en una idea que parece
haber prendido. Inmediatamente después, hija de la confianza de la que se hablaba antes, esta mini racha inédita de Soldano: dos goles en partidos locales consecutivos, buenos rendimientos en la altura y en el llano (físico de extraterrestre), definiciones de 9 rebotero. Enseguida: dos
vallas invictas seguidas con una defensa que tuvo un triángulo repetido
en Rossi-López-Izquierdoz y que no estuvo basada precisamente en
atajadas (flojo de arriba el arquero). Y también el sacrificio de
Tevez, un capitán que predica con el ejemplo: metió un pique a lo Villa
para quitar una pelota yendo al piso.
El regreso de Pavón
pasó casi de largo, más allá del impacto de la noticia, porque no tuvo
en su media hora nada realmente llamativo, pero puede ser un gran
refuerzo si Russo consigue su objetivo de recuperarlo (como ya hizo
con Almendra). La imagen de siete bravo irrompible que jugó 69 partidos
consecutivos y fue clave en un bicampeonato haciendo goles y asistiendo
está llena de polvo, guardada en el fondo de un cajón. Hoy el espejo le
devuelve la camiseta 31 y seguro que jamás imaginó que en su regreso iba
a tener que marcar a Bonifacio, pero volvió, y eso es lo que importa.
¿Quiénes son responsables de todo este presente? Hay para repartir. El Consejo tiene sus puntos en la intención de cederles lugar a los chicos (¿tiene
lugar Rolón?), Russo fue dándoles pista, los propios pibes asumieron el
protagonismo sin miedo, la confianza potenció niveles (Villa,
imprescindible, otra vez partícipe en un gol) y las discusiones
pasaron a un segundo plano, y entonces Buffarini, por ejemplo, puede ser
noticia hoy porque traba con la cabeza y no porque está proscripto. El Covid y las lesiones también hicieron lo suyo, alineando imprevistamente los planetas.
Como
sea, Boca vivió su mejor semana en meses, mostró bosquejos que prometen
y los rivales empiezan a preocuparse seriamente (Kudelka mandó a
presionar a Medina-Varela-Almendra). Es una buena señal. Ahora, a
sostenerlo -lo más difícil- y a potenciarlo. De a poco. Sin hacer ruido.
Sin relajarse. Sin dejar flancos. Boca está de pie. Y todos lo saben.