Aldosivi: El laberinto de Gago
El análisis de paso por Pintita desde que asumió como director técnico del Tiburón y lo que le queda por jugar.
TyCLa arriesgada apuesta de la dirigencia de Aldosivi generó desde Mar del Plata un estrépito mediático inmediato. Las carpetas voladoras por docenas se posaban sobre los escritorios portuenses para evaluar propuestas de toda índole. Guillermo Hoyos, otro proyecto novedoso y que no estaba en los planes de nadie, se había ido de buenas a primeras cuando aún faltaba una fecha del anterior campeonato generando una campaña con un saldo agridulce. Primero el Yagui Fernández en la transición y después a decidir el futuro inmediato.
Nombres, estilos, historias, métodos, experiencia, intermediarios, rosca, lo que habitualmente ocurre en cualquier entidad cada vez que se está por cerrar con un entrenador. Aquel 16 de enero parece lejano o reciente. La picadora de carne del fútbol profesional argentino sumaba otro protagonista a esa trituradora que no exime categorías, ni palmarés ni títulos conseguidos como jugador.
Aldosivi contrataba un cuerpo técnico debutante: Fernando Gago, acompañado por Federico Insúa. Ambos de galera y bastón con la pelota en los pies, dos virtuosos, finos, plagados de lauros, pero... a estrenar, sin uso, sin historia más allá de la línea de cal. Llenos de ideas, mucha teoría, todo por aprender, todo un desafío para ellos como para Aldosivi. Apostar a un pleno en el Casino central. Otros cuerpos técnicos les gusta ir de abajo para arriba, quemar etapas, otros como en este caso, apuntar desde el comienzo en la división de honor. Entrar por la puerta grande. Ambiciosos, determinantes y ganadores como en el verde césped. Fernando Gago llegaba con sus teorías de juego de control y por abajo. En las primeras prácticas ya se vislumbraba en los primeros movimientos de balón que su estilo se presentaba con un 4-3-3 tradicional, como el fútbol, sin tantos misterios.
El efecto Gago ya se instaló en Aldosivi
Pero se encontraba con escollos iniciales que empezaban a forjar su temperamento, ahora con buzo. Heredó un plantel ideado por Hoyos y tuvo que pasar la escoba. Además lo que incorporó, en un mercado pobre de por sí en pandemia y aún más en el interior, denotaba claramente su intención de buscar y contratar barato y conocido. Jóvenes jugadores con pocos minutos en primera, relación estrecha como jugador que ya empezaba a insinuar su sello como técnico a la hora de pedir y negociar con otras entidades. Con apenas 34 años Gago ya era un jubilado del fútbol a partir del karma de sus lesiones. Su rápida cintura para paliar la depresión post retiro, lo ponía en carrera ahora desde otro prisma. Su pasado reciente dentro del terreno había que dejarlo de lado y tomar decisiones como líder grupal sin los cortos.
De entrada pierde de local con Godoy Cruz de Mendoza en Mar del Plata. Pero luego le empata a Racing 2 a 2 en Avellaneda, mereciendo ganar. Su primer triunfo fue en el Minella con la goleada 3-0 ante Arsenal quizás en su mejor demostración de fútbol y contundencia . La idea futbolística empezaba mostrar sello propio. Luego va a la casa del Sabalero y cae ante Colón pero dejando buenas sensaciones, aunque una semana después cae en Mar del Plata ante Central Córdoba 2 a 1 en uno de los puntos más flojos de la campaña de Gago.
Pero la victoria conseguida en el Nuevo Gasómetro ante San Lorenzo de manera agónica y espectacular con aquel gol de Contreras cuando se moría el partido, llenó de energías a Pintita, sus jugadores y a la parcialidad portuense que lo mira por tv. Luego llegó a La Feliz el ascendente Banfield. Aldosivi ganaba con conquista del goleador Andrada pero no lo pudo o no supo cerrar el match e inclusive lo pudo perder. A partir de allí, tres derrotas en fila ante Patronato en Paraná, Estudiantes de La Plata y Rosario Central en el Mundialista. Cuatro partidos sin victorias, un punto sobre 12, 8 sobre 39 posibles. Chau a las esperanzas de pelear arriba, cambio de planes, replanteos. Platense, Argentinos Juniors y River en su casa decoran la participación del Tiburón en esta Copa Liga Profesional.
En lo numérico, el saldo por ahora arroja un guarismo pobre. En lo conceptual Gago incorporó en todo el plantel el amor por la pelota, en generar sociedades, triangulaciones cortas llenas de fútbol, supo cambiar jugadores y cambiarles su anterior posición en la cancha, durante los partidos manejó alternativas de acuerdo a la contingencia de los encuentros, inculcó en el plantel la idea de llegar al arco de enfrente con más gente, dándole al goleador Andrada más chances de estar en contacto con el balón y llegar por los costados. Mostró aplomo a la hora de cambiar tácticas durante los partidos, planteó cotejos de manera valiente en escenarios bravos. Evidenció su impronta. Los jugadores interpretaron la premisa sobre el balón, la circulación y plantear tramos de cada compromiso con sistemas arriesgados.
Gago luchó quizás con su inexperiencia para cerrar partidos y un plantel que costó mucho armarlo con presupuestos acotados, muchas lesiones y el Covid-19 como un protagonista tácito siempre presente. ¿Cómo sale de esta coyuntura?. Seguro que contestaría con trabajo y manteniendo la idea. ¿Cómo afrontará lo que resta del campeonato en los partidos ante Platense, Argentinos Juniors y River?. ¿Estará abierto ni bien termine este certamen a armar un plantel prácticamente nuevo con injerencia total a la hora de elegir jugadores que se adapten a su estilo? ¿ Escuchará otras propuestas sabiendo que dispone de puertas abiertas en todos los clubes en donde jugó?.
Lo concreto es que de los últimos 12 puntos jugados consiguió 1. Lo palpable es que depende casi exclusivamente de los goles de Andrada y hace tres partidos que el goleador no convierte, los mismos partidos donde Aldosivi no pudo anotar. El panorama es gris. Tiene la defensa dañada plagada de lesionados (los hermanos Insúa, Miers, Carli que se fue y Román). Los jóvenes que trajo de Lanús y Talleres no han sido soluciones. Lautaro Guzmán tuvo muchos minutos insinúa pero nunca concreta, Gastón Lodico jugó de manera alternada y no pesó, Emanuel y Emiliano Insúa cuando les tocó jugar mostraron otra jerarquía pero las lesiones los marginaron justo en estos últimos partidos donde eran estrictamente necesarios. Muchos problemas por lesiones , un plantel corto y no muchas variantes en la banca, al menos que le hayan rendido.
Gago en su laberinto, en su encrucijada. El campeonato que se va y lo que parecía meritorio hoy con 8 puntos ya no lo es. Aquellos buenos momentos de fútbol con Arsenal, Colón, San Lorenzo, Racing y Banfield parecen lejanos. Los fantásticos tiros libres de Grahl parecen ser sólo imágenes de mejores momentos. Los malos cierres ante Racing, Banfield, Estudiantes y Central parecen imágenes más recientes, las que condenaron a este Aldosivi en la gestión Gago a ver la tabla desde otro lugar, sin sueños de clasificación, resignado a terminar al menos dignamente lo que queda de la Copa Liga Profesional. Desde ya que en lo estadístico, los fríos números, mandan en el mundo. Gago, en contra partida, siempre priorizó el fútbol en su primera experiencia como DT. Una apuesta arriesgada que vale la pena destacar más allá de la posición en la tabla.