River cayó ante Argentinos en el Monumental
Sobre el final, Argentinos venció al Millo en la previa del Súper del domingo y ganó por primera vez en la Copa de la LPF, con un go-la-zo de Florentín. Los de Gallardo, que tuvieron chances y no les dieron un penal, están afuera de los puestos de clasificación.
OléBicho raro este River 2021. Te golea, se florea en una finalísima y luego se achicharra y le afloran todas las dudas juntas en esta Copa de la Liga Profesional de Fútbol como le pasó este lunes en el Monumental frente a un Argentinos que llegaba con la soga al cuello y se fue con el pecho inflado por un triunfazo. Quizá el empate hubiera sido lo más justo, pero la realidad es que el equipo de Núñez mostró errores en la construcción y en la defensa que le salieron carísimo, y que ahora deberá solucionarlos nada menos que en la antesala a un nuevo superclásico...
Si Enzo Pérez se tiene que vestir del hombre orquesta es porque, además de que cuenta con la capacidad suficiente para hacerlo, indica que algo del funcionamiento del equipo andaba fallando. El mendocino, omnipresente, fue salida, contención, descarga limpia y hasta ofició de conector con el ataque frente a la intermitencia de Carrascal a la hora de mostrarse y pedir la pelota. Por ahora, el colombiano luce la 10 con timidez: apenas alguna que otra apilada a puro quiebre de cintura pero está lejos de ser el conductor de River.
Claro que Argentinos hizo lo suyo bloqueándole a los de Gallardo casi todos los circuitos futbolísticos apretando como pirañas a cada receptor que recibía. No le dejó espacios, por momentos le jugó con un esquema similar (Romero hizo la banda y se sumaba como quinto defensor) y a la hora de ser profundos hasta se mostró más punzante: entre Hauche y Cabrera obligaron a Armani a entrar en acción.
De River, poco más que esa aparición de Casco con el remate al travesaño. La imprecisión fue el común denominador de un equipo que no tenía fluidez, que se sentía incómodo y que en ataque hacía agua .
El Muñeco visualizó el escenario y por eso no dudó en atacar el problema de manera urgente. Con el ingreso de Palavecino consiguió mayor volumen de juego y hasta De La Cruz pudo soltarse más para salir del doble cinco, sumarse a la generación y encontró libertad para clarificar los pases en profundidad. Y con Borré en cancha -había sido preservado pensando en el Súper- mejoró la producción del pibe Álvarez, que con un 9 a su lado se siente mejor. De hecho, entre ambos generaron las más claras (el penal que no le dio Lamolina al Máquina...) y de a poco todo empezó a aclararse para River, que ya tenía en el fondo al gladiador Maidana.
Los de La Paternal acusaron el esfuerzo del PT, ya no apretaban con la misma intensidad aunque no resignaba la búsqueda, eh... Sin embargo, el Millonario hoy transita entre la superioridad abrumadora como ante Racing y la inestabilidad. Mientras que el Bicho tomó aire con los cambios y fue Gabriel Florentín quien dibujó la perlita de la noche con ese derechazo que se clavó en un ángulo.
Ésa fue la joyita que le puso punto final a una racha de tres caídas al hilo y que se sostuvo por otro héroe: Lucas Chaves le puso el pecho y las manos a la presión y desactivó todo lo que le tiraron. Triunfazo del equipo de Milito y cachetazo de realidad para River.