Ricciardo y McLaren sonríen: "¡Guau! Se siente rápido"
Las primeras sensaciones del australiano al volante del MCL35M fueron positivas, aunque admite tener problemas para entrar en el coche por la anchura de sus caderas.
Los primeros pasos del MCL35M no sólo fueron firmes y estables al sur de Northampton (Reino Unido), sino que Ricciardo y Norris comenzaron a verificar el mayúsculo potencial que ofrece la unidad de potencia Mercedes antes de hacer las maletas y poner rumbo a Sakhir (Bahréin), donde tendrán un día y medio de test (12-13-14 de marzo) para terminar de afinar la instalación del propulsor de Brixworth dentro del chasis británico.
"¡Guau! Se siente rápido", fue uno de los comentarios que el piloto de Perth emitió por la radio a su ingeniero de pista sobre las impresiones que estaba experimentando al volante de un coche naranja papaya, donde no sufre la sensación de incomodidad que padecía en el pasado con Red Bull: "Tengo caderas anchas, supongo. Tengo huesos bastante gruesos. Pero al final entré, así que el problema fue con una especie de primera maqueta del asiento. Y con las dimensiones que tenían, asumieron que estaría bien para mí, pero no estuvo del todo bien. Afortunadamente, era sólo el asiento y no era la estructura en sí lo que era demasiado estrecho. Desde que lo retocaron he podido sentarme y encajo".
"Siento que realmente estoy al límite. Creo que por la manera en que
diseñan los coches y el chasis actualmente, todo intenta ser lo más
ajustado y compacto posible. Mis caderas son a veces el factor
limitante. Así que les digo, 'sólo asegúrate de que esté cómodo,
y si piensas que eso te hace perder una décima de segundo en cuanto a
aerodinámica, ¡entonces pilotaré más rápido en la pista!", afirma, entre risas, el sustituto de Carlos Sainz en Woking, escudería con la que espera cumplir su sueño de proclamarse campeón del Mundial de Fórmula 1.
No lo tiene nada fácil, si bien la nueva generación de monoplazas que
debutarán el próximo año en la competición pueden ser su gran aliado.