Portugal dilapida un 0-2 y acaba empatando con polémica
En la última jugada del partido Cristiano marcó un gol fantasma que claramente entró, pero el árbitro no lo concedió. El portugués se marchó indignado.
Bernardo SIlva y el propio Bruno Fernandes se apoderaron de la banda derecha desde el inicio y por esta demarcación llegaron las mejores ocasiones visitantes. Hubo que esperar poco para se inaugurara el marcador, tras una buena combinación en la banda derecha entre Cristiano y Bernardo SIlva. Este último la centró con la comba justa para que Diogo Jota cabeceará a las mallas en el 11’.
Curiosamente, tras el gol llegaron los mejores minutos de Serbia, pero no los conviertieron en ocasiones claras. Vlahovic y Lazovic lo intentaron pero con disparos sin apenas peligro. Y precisamente cuando mejor estaban los serbios, llegó el segundo de Portugal, con una jugada calcada a la del primer tanto: misma banda y misma jugada, aunque en esta ocasión el centro fue de Cedric Soares, en otro acertado y certero remate de Diogo Jota.
El partido entró entonces en un tira y afloja de ambos equipos que miraron más por guardar la renta que por salir en busca del gol de la victoria. En el tiempo añadido ocurrió todo lo que no había pasado en la media hora anterior. Primero Milenkovic vio la roja directa por una fea entrada sobre Danilo y en la última jugada del partido Cristiano marcó un gol fantasma ante una mala salida de Dmitrovic. El portugués se indignó al no habérsele concedido el tanto, que a decir verdad, había rebasado la la línea de gol por completo antes de que Mitrovic despejara. Mitrovic, héroe, ya que tras su primer rechace volvió a despejar otro disparo de Bernardo Silva. Con este empate Portugal y Serbia siguen al frente del grupo con cuatro puntos.