Oficio contra arrojo
El Atalanta es un equipo sin complejos ni precauciones. De sus siete derrotas en el curso, sólo dos fueron a domicilio. Y en esta Champions ya ganó en Liverpool y en Amsterdam al Ajax. Juega, pues, con el arrojo de quien nada tiene que perder porque está muy por encima de su historia. Y va hasta arriba de pólvora: ha marcado tres o más goles en 17 de los 37 partidos de este año y cuenta ya con 18 anotadores en la plantilla. La ventaja blanca es que atrás se deja a menudo la puerta abierta (sigue el partido en directo en As.com).
Dupla colombiana o Ilicic
El Madrid se encontrará en Valdebebas un equipo de autor, una rareza del calcio. Cristina, esposa de Gasperini, confiesa que a menudo se levanta en medio de la noche y anota en su computadora soluciones tácticas para el siguiente encuentro. "Eso sí, sólo las entrenamos cuando estoy seguro de que van a funcionar", dice él. Le habrá desvelado esta semana encontrar al sustituto de Freuler (Pessina), expulsado en la ida por un derribo a Mendy que a Gasperini y a Bérgamo entera les pareció menos punible que al árbitro. Y también le da vueltas al enganche (Pasalic) y a las dos puntas (los goleadores colombianos, Duván Zapata y Muriel, que suman 32 tantos, o un ataque mestizo con el zurdo Ilicic)..
Del lado del Madrid está el oficio. En su once de hoy habrá cinco jugadores de más de treinta años: Nacho, Ramos, Modric, Benzema y Kroos. Los cuatro primeros han levantado cuatro Champions con el Madrid. El alemán, tres. Y ahí, siete años después, siguen siendo los jugadores más importantes del equipo, lo que habla excelentemente bien de ellos y mal de quienes vinieron a relevarles.
Sin Casemiro
Hoy faltará Casemiro , cuya influencia en el equipo ha sido expansiva. Zidane tardó en descubrirle, después se convirtió en indiscutible, más tarde en insustituible y ahora ya es hasta el segundo goleador del equipo. De los tres últimos partidos europeos en que faltó, el Madrid perdió dos. Y Valverde, su repuesto, ha sufrido un frenazo inesperado.
La experiencia ante el Elche invita a pensar que Zidane no repetirá con los tres centrales, aunque el dibujo no variará el once. Nacho jugará, de central o de lateral derecho. Y Lucas Vázquez también, de carrilero o de extremo. Y sólo hay una vacante, en la banda izquierda, el sitio reservado a Hazard y que nunca ocupa. Ayer se cayó otra vez, por una lesión en el psoas, uno de sus pocos músculos que habían permanecido intactos hasta ahora. Para la plaza hay tres candidatos: Asensio, el que más juega; Vinicius, el que más marca y más asiste, y Rodrygo, el de mejor puntería.
El Madrid ofrece algunos datos alarmantes: lleva dos años cayendo en octavos y no ha ganado ninguno de los últimos cuatro partidos de eliminatorias en casa (empató con el Bayern y cayó con Juventus, Ajax y City). Este será el primero en Valdebebas y sin público. Así que está sobre aviso. "Nosotros no perdemos. Ganamos o aprendemos", le gusta repetir a Gasperini. En Bérgamo le tocó aprender…
En cualquier caso, el equipo de Zidane tendrá enfrente un equipo robusto, de fuertes convicciones. Una especie de Sevilla de bolsillo, listísimo en el mercado. Al alemán Gosens, su carrilero izquierdo, que lleva diez goles, lo sacó del Heracles holandés por un millón en 2017. Pasalic, cinco veces cedido por el Chelsea, no ha jugado en ningún sitio tan bien como aquí. Hasta Muriel, que pinchó en el Sevilla, es artillería pesada. Y su cantera de Zingonia deja mucho dinero: 160 millones en traspasos en los últimos tres años sin que el equipo haya empeorado.