La quinta de Koeman: seis niños para una década

Entre los 18 y los 22 años, el Barça disfruta de un grupo de jugadores a los que Koeman está dando vuelo para liderar el equipo del futuro

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Koeman siempre tuvo ojo para apostar por los jóvenes. Padrino futbolístico de futbolistas como Ibrahimovic, Mata, Van Dijk o Mané, entre otros, su aterrizaje en Barcelona ha supuesto una apuesta firme por el talento joven, la mayor parte criado en La Masía, un grupo de jugadores a los que ya se les puede agrupar como la quinta de Ronald Koeman. Los nacidos en Can Barça, como Riqui, Mingueza, Ansu y el último en llegar, Ilaix Moriba, los fichados pero con pasado en el B, como Araujo, y un Pedri que si bien fue fichado de Las Palmas, es culé de cuna y juega como si hubiera pasado por toda la cadena de filiales azulgrana. Seis niños para 10 años, o más, en el primer equipo. Una quina que vale oro.



Con 18 años, juega como si tuviera 25. Imposible no ver trazos de su fútbol, su técnica, su lectura y hasta su físico de su ídolo Iniesta, al que tanto vio cuando era niño que va camino de mimetizarse con él. Koeman se lo encontró a su llegada y no tardó en despejar la incógnita sobre si salía cedido o se quedaba. El tinerfeño ha ido creciendo sin freno, confirmando que su noche de Turín no fue flor de un día. Imprescindible en este Barça, tiene cara hasta de Eurocopa sin siquiera haber debutado todavía con la absoluta. Ajeno a la presión y a los elogios, tiene los pies en la tierra aunque sienta que está viviendo un sueño. Hace un año su valoración en transfermarkt era de 7 millones. Hoy va por 50 y subiendo. Son ya 38 partidos esta temporada, con tres goles y cuatro asistencias.


Sin ser una perla descubierta por Koeman, porque ya Valverde le dio la alternativa con 16 años, el holandés le puso por delante de Dembélé y Griezmann nada más llegar, dándole galones impropios a un niño de 17 años, que se echó el equipo a la espalda para sumar cinco goles y cuatro asistencias en apenas 10 partidos. Su reloj se paró en noviembre y el Barça le espera para el tramo final de la temporada. Posiblemente el mayor talento surgido de La Masía en la última década, ya absoluto y también aspirante a la Euro, Ansu debe renovar porque acaba contrato el próximo año. Mendes le representa y atar su continuidad es imprescindible de cara al futuro más próximo. Gol, desborde y verticalidad fabricado en casa, una joya para más de 10 años.


Hasta el regreso de Piqué, nuevamente caído, el pilar defensivo del Barça, con un nivel muy por encima de Lenglet y Umtiti. El uruguayo, que sopla 22 velas este domingo, está avalado por el propio Piqué, con el que está llamado a formar muro en cuanto ambos estén disponibles. Junto con Pedri, el mejor legado que dejará Ramón Planes si no sigue con la nueva Junta. Un desconocido cuando le ficharon, un central con unas condiciones top ahora, 21 partidos, 1 gol, con fallos como el de Eibar, pero con muchos más aciertos. Ya internacional absoluto, Koeman sabe que puede pulir un marcador que marque una época, con especial atención a la mejora en la salida de balón.


Óscar lleva el sello indiscutible de Koeman desde que debutara en Champions en noviembre pasado ante la plaga de lesiones en defensa. No estaba señalado en cantera como claro jugador de futuro del primer equipo, pero Mingueza ha respondido a las exigencias con nota, tanto que ya empieza a contar de cara a la próxima temporada, sacudiéndose la etiqueta de solución de emergencia. De central e incluso de lateral, el balance es positivo para él. Contra el Sevilla estuvo impecable hasta dos acciones que le sacaron del partido, la amarilla y el penalti que le pudo costar la expulsión. Acciones para seguir aprendiendo porque Óscar, ya en la prelista del Europeo sub 21 (nunca había sido llamado por la Federación), tiene camino por delante en el primer equipo, con el que ya suma 27 partidos. En cierta manera puede recordar a Oleguer, campeón de Liga 04-05 con Puyol como pareja de central, y lateral en el doblete de la 05-06. Un jugador de la casa, comprometido y con margen de crecimiento.


La última aparición, 18 años recién cumplidos, en la foto de las últimas victorias del Barça, que no han sido cualquier cosa, Pizjuán, remontada y Pamplona. En Sevilla participó en el 0-2 de Messi, en Copa acabó jugando 42 minutos con la prórroga, con personalidad, yendo al choque, sin huir los duelos aunque perdiera uno con Koundé, llevándosela al córner también para que corriera el reloj. Y en El Sadar llegó la confirmación con una aparición estelar para marcar un golazo, el 0-2, y confirmar que ya está para formar parte de este equipo. Mucho cuajo para un chico que apenas lleva seis partidos con el primer equipo, niño de Koeman porque lo ha hecho debutar y le ha dado vuelo incluso con una titularidad contra el Alavés, asistencia incluida. Futbolista más físico, de recorrido, para nada en el molde de centrocampista clásico de La Masía, Ronald ya le tiene a su vera para guiarle y convertirle en futbolista del primer equipo sin más demora.


Ahora eclipsado por Ilaix, solo salió en la foto de la remontada para celebrarlo en la piña de los jugadores. Otros quizá estarían molestos por no participar, pero no es el caso del entusiasta Riqui, que si no tiró la toalla en septiembre cuando Koeman le dijo que mejor saliera cedido no lo va a hacer ahora aunque Ilaix le haya adelantado en los dos últimos partidos. Son 17 partidos este curso, un gol al Elche y su momento de gloria al meter el penalti de la clasificación a la final de la Supercopa contra la Real. Jugador que conecta con la grada, idioma Barça desde que llegó al club, porque de azulgrana vistió siempre, se agarrará a la taquilla hasta que le dejen demostrar que tiene hueco... porque tiene fútbol.

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