Francia e Italia consideraron “alentadoras” las consideraciones preliminares de la Agencia Europea del Medicamento sobre la vacuna de AstraZeneca
El presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro italiano Mario Draghi aseguraron estar dispuestos a reanudar las vacunaciones con la fórmula de la Universidad de Oxford si el inmunizante recibe el visto bueno del regulador comunitario
“Las declaraciones preliminares de hoy de la EMA son alentadoras”, señalaron en un comunicado difundido por la oficina de Draghi, que añadió que están dispuestos a reanudar las vacunaciones con la fórmula de AstraZeneca si la vacuna recibe el visto bueno del regulador comunitario.
Una quincena de países, entre ellos Alemania, España, Francia e Italia, suspendieron por precaución el uso de la vacuna AstraZeneca después que se señalaran problemas sanguíneos en personas vacunadas, como dificultades para coagular.
En el caso de Italia, la suspensión supone unas 200.000 vacunaciones menos esta semana, según fuentes gubernamentales, que expresaron su confianza en poder compensar el contratiempo.
La EMA, no obstante, aseguró este martes que “no hay pruebas” de supuestos efectos negativos de la vacuna desarrollada por el laboratorio británico y sigue “convencida” de sus beneficios.
“Seguimos firmemente convencidos de que los beneficios de la vacuna AstraZeneca en la prevención del covid-19, con su riesgo asociado de hospitalización y muerte, superan los riesgos sobre estos efectos secundarios”, dijo la directora ejecutiva del regulador europeo, Emer Cooke.
Sin embargo, Cooke subrayó que no se dudará en tomar medidas si los expertos detectan en su investigación algún problema “que no pueda resolverse”, pero aclaró: “Tenemos que estudiar primero todos los hechos a fondo científicamente, se lo debemos a los ciudadanos europeos”.
Por su parte, el grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la vacuna también tenía previsto reunirse este martes para analizar si el fármaco del laboratorio británico es seguro. Por el momento, la organización aconseja seguir administrando este inmunizante contra el coronavirus.
Las primeras sospechas que llevaron a suspender la administración de la vacuna de AstraZeneca se basaban en una eventual relación entre esta y la formación de coágulos o trombos, que pueden provocar flebitis e incluso embolias pulmonares.
“En la actualidad, no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones. No han aparecido en los ensayos clínicos y no se enumeran como efectos secundarios conocidos o esperados”, indicó Cooke.
Cada año, se detectan miles de casos de desarrollo de coágulos de sangre entre los ciudadanos europeos por diferentes razones médicas, y, desde que empezó la vacunación en la Unión Europea a finales de diciembre, el número de eventos tromboembólicos en las personas vacunadas no parece ser mayor que el observado en la población general, según Cooke.
Además, durante los ensayos clínicos llevados a cabo por AstraZeneca antes de lograr la licencia de uso condicional en la UE a finales de enero, no fueron detectados casos de tromboembolismo posteriores a la vacunación, por lo que esta condición no se recoge como posible efecto secundario de la vacuna, que suele provocar dolor de cabeza o muscular, molestias en la zona del pinchazo, fatiga o fiebre, entre otros síntomas leves o moderados.
“Si se vacuna a millones de personas, es inevitable que se presenten casos incidentales y se destaquen. Depende de nosotros investigar si esto está realmente relacionado con la vacuna o si hay otras causas”, añadió Cooke, quien hizo hincapié en que las complicaciones reportadas se han dado solo en “un número muy reducido de personas”, aunque rechazó detallar la cifra exacta de vacunados que informaron de problemas de coagulación en la UE.
El Instituto Médico Paul-Ehrlich, que asesora al gobierno alemán, dio cuenta de una “acumulación sorprendente de una forma específica de trombosis venosa cerebral muy inhabitual, asociada a un déficit de plaquetas sanguíneas”.
Por ello, Alemania suspendió el uso de la vacuna, como medida preventiva. Francia, España e Italia adoptaron la misma medida.
Las trombosis venosas cerebrales (formación de coágulos en las venas del cerebro) son “por un lado mucho más inhabituales que las trombosis clásicas y por otro son potencialmente más graves”, explicó a la agencia AFP la infectóloga Odile Launay, miembro del Comité de vacunas anticovid creado por el gobierno francés.
Estas afecciones pueden provocar accidentes vasculares cerebrales (AVC).
Además, otros países constataron casos de hemorragias que podrían corresponder a “una coagulación intravascular diseminada” (CIVD), añadió Launay. Se trata de “síndromes excepcionales, que se dan en casos de septicemias graves” y que pueden traducirse en “trombosis y hemorragias”.
Por ahora no hay ninguna prueba de causa-efecto entre la vacuna y estas afecciones.
El comité de seguridad de la EMA con sede en Ámsterdam se reunió el martes para evaluar nueva información y llegaría a una conclusión en una reunión especial el jueves, dijo Cooke.