Cuatro mujeres muertas y un femicida confeso, pero crecen las dudas sobre una trama aún más oscura: el caso que conmueve a Bolivia
Los cuerpos aparecieron durante febrero y marzo en el trópico de Cochabamba. Un detenido admitió los crímenes y fue condenado en un juicio abreviado a 30 años de prisión. Pero ahora se desdijo y aumentan las sospechas sobre redes narcos y de trata de mujeres
Fernández Herrada fue detenido apenas se halló el primer cuerpo, el pasado 10 de febrero. Al haber admitido de inmediato su culpabilidad, fue sometido 24 horas después a un juicio corto o abreviado y sentenciado de manera rápida a 30 años de prisión, sin derecho a indulto. Se trata de la máxima pena y el juez del caso lo condenó por el delito de feminicidio. El proceso abreviado, incorporado en el sistema judicial boliviano mediante la Constitución Política del Estado, permite acortar el tiempo de dictamen de una condena, cuando el imputado confiesa su culpabilidad. Sin embargo, en horas recientes acaba de cambiar su versión y ha inculpado a Juan Denis Guevara, lo que no cambia la decisión de la justicia de darle la máxima sentencia.
La pista: mensajes por celulares
Un seguimiento policial minucioso del flujo de mensajes telefónicos y de georeferenciación ha sido la clave para dar con los cuatro cuerpos de las mujeres, de entre 19 y 29 años de edad. Aunque aun se trata de determinar con claridad el móvil de estos asesinatos en serie, que está aún en una etapa de investigación preliminar, según el informe del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y de autoridades nacionales de la Policía.
La punta del ovillo del caso se remite a una pesquisa iniciada con la denuncia de la desaparición el 22 de diciembre del año pasado de Mónica Olmos, de 25 años, prima del feminicida.
La fiscal de Cochabamba, Nurya Gonzales, relató que a partir de esa denuncia comenzaron las investigaciones y el 10 de febrero pasado se encontró el cuerpo de Olmos en una fosa cercana a un río y detrás de las viviendas de la comunidad de Tres Arroyos.
La Policía dio a conocer que el descubrimiento fue posible gracias a las pesquisas de los teléfonos de David Sapana, quien antes del asesinato de Olmos había enviado mensajes amenazantes a la hermana de Mónica.
Posteriormente fue el propio Omar Fernández quien confirmó por mensajes el crimen de su prima.”El cadáver encontrado presentaba signos de violencia y aparentemente de agresión sexual. Al parecer el imputado tuvo una relación sentimental y pretendía cortarla cuando asesinó a la mujer. Se realizó en la investigación una triangulación de las llamadas y Fernández admitió su responsabilidad, así como la participación de dos personas más (Guevara y Sapana), que han sido imputadas y detenidas preventivamente en cárceles de Cochabamba”, relató la fiscal.
Se sabe también que Fernández dijo que la mujer era pareja de Dennis Guevara, a quien recientemente acaba de identificar como su “jefe” y el posible autor del crimen, tras retractarse de sus primeras declaraciones en el juicio en el que confesó ser el asesino serial de las cuatro jóvenes.
La Fiscalía relató que tras el hallazgo del primer cuerpo, los comunarios de Tres Arroyos sospecharon de que la desaparición de una joven de nombre Nayeli Lizarazu Acuña, de 19 años, en febrero de 2020, tenía características parecidas a la denunciada en diciembre pasado. Por ese motivo, se procedió a su búsqueda en el mismo terreno y el 24 de febrero su cadáver fue encontrado a diez metros de la fosa del primero, en condiciones parecidas, ya que estaba en posición fetal y el asesino usó lazos para amarrar y asesinar a ambas mujeres.
Posteriormente los investigadores realizaron una entrevista al principal imputado, en condición de testigo. “Fue en ese momento en el que mencionó la existencia de dos víctimas más. Por tal motivo, hubo una operación conjunta de la Policía, fiscales y forenses a zonas del mismo lugar donde se encontraron los primeros dos cuerpos. A las 9:45 horas del 1° de marzo fue hallado el cuerpo de Beatriz García Ustariz, de 29 años, cuya desaparición había sido denunciada como trata de personas el 11 de agosto de 2017. Ese mismo día se siguió el rastrillaje y encontraron en un predio continuo a la cuarta víctima Margarita Maldonado, de 24 años, que había desaparecido el 27 de septiembre de 2019. Estaban en estado de osamenta y en una bolsa celeste. El cuarto cuerpo tenía signos de asfixia mecánica por sofocación y el tercero una lesión grande en el cráneo y la cara. Estos dos casos han sido tipificados como feminicidios y el posible autor es el propio Omar Fernández”, relató la fiscal.
El asesino distrajo a familias
De acuerdo a las investigaciones es posible que el sentenciado haya tenido relaciones sentimentales con dos de las víctimas y nexos de amistad con todas, ya que vivían en la comunidad. Cuando se le preguntó a la fiscal Gonzales cómo es posible que se haya mantenido escondidas tanto tiempo las desapariciones de dos víctimas, ocurridas en 2017 y 2019, explicó que el propio Omar Fernández se ocupó de desviar la atención y de hacer creer a los familiares y a la comunidad que estaban con vida.
“Como eran personas conocidas del lugar tenían relacionamiento. El asesino enviaba a los parientes mensajes con celulares que adquiría y cambiaba los chips y números de las víctimas. Hacía creer que se habían ausentado a otras regiones o fuera del país. Las familias de las jóvenes tenían la sensación de que estaban con vida. Con estos mensajes las familias bajaban la guardia”, explicó.
La Fiscalía de Cochabamba ha ordenado pericias para verificar los perfiles psicológicos de los tres detenidos. La hipótesis preliminar es que se trata de asesinatos seriales, pero no se descartan móviles como trata y tráfico de personas y de sustancias controladas o drogas.
Por su parte, la Policía considera tres posibles móviles de los crímenes: femicidio, ajuste de cuentas o deudas económicas. De momento no existen reportes de más mujeres desaparecidas en la zona de Tres Arroyos, pero se investiga si hay denuncias parecidas en otras regiones del trópico de Cochabamba.”Hay un hilo conductor. Omar Fernández tenía una tendencia a conquistar la confianza de las víctimas, con relaciones amorosas o de amistad”, expresaron las autoridades policiales.
De acuerdo a un reporte de la red televisiva Unitel, en la zona de Tres Arroyos, el asesino sentenciado a 30 años de cárcel vivía en una casa precaria de dos habitaciones. Vecinos del lugar aseguran haber encontrado en la vivienda prendas íntimas de mujeres y creen que las hizo caminar por una senda de un kilómetro antes de asesinarlas.
Tanto la Policía como la Fiscalía investigan las responsabilidades de los otros dos imputados para determinar si Fernández no se autoincriminó para proteger a algunos. Precisamente, en las últimas horas el asesino confeso se retractó y acusó a Denis Guevara de ser su jefe y el autor de los asesinatos.
El caso ha sido motivo de controversia política, ya que algunos opositores al Gobierno del MAS dijeron que en la zona de los crímenes hay carteles del narcotráfico que pueden haber provocado las muertes. Sin embargo, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, descartó la existencia de carteles de la droga en los municipios de Chapare, como Villa Tunari, donde ocurrieron los cuatro asesinatos y, en cambio, los relacionó con motivos pasionales.