Cómo funcionan los anticuerpos monoclonales, un tratamiento que podría reducir el riesgo de enfermar gravemente por COVID-19
En los Estados Unidos cobra fuerza el “mAb”, una terapéutica de avanzada que se aplica vía intravenosa y muestra rápidos resultados prometedores a la hora de bajar la carga viral del virus SARS-CoV-2
Según aclara el sitio COMBATCOVID, página oficial del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, evidencia preliminar sugiere que el tratamiento con mAb puede reducir la cantidad del virus SARS-CoV-2 en el organismo de un infectado. “Esta cantidad se conoce como carga viral, y lograr bajarla significa que la persona puede tener síntomas más leves, lo que reduce la probabilidad de hospitalización”, explican.
El mAb puede ayudar a aquellos que tienen síntomas leves a moderados por COVID-19, a los que dieron positivo en los últimos 10 días y tienen un alto riesgo de presentar síntomas más graves. Se trata de las personas de más de 65 años, mayores de 55 con enfermedades cardíacas, presión arterial alta, EPOC o enfermedades respiratorias crónicas incluido el asma o aquellos de más de 12 años con un sistema inmunológico debilitado, o tomando medicamentos que lo debilitan, obesidad, diabetes tipo 1 o 2 o si padecen alguna enfermedad renal crónica.
Qué es un anticuerpo monoclonal
Nuestro cuerpo produce anticuerpos de forma natural para combatir las infecciones. Sin embargo, es posible que no se cuente con anticuerpos diseñados para reconocer un virus nuevo como el SARS-CoV-2, responsable de causar la enfermedad por COVID-19. Los anticuerpos monoclonales, o mAb, se fabrican en un laboratorio para combatir una infección en particular, en este caso, SARS-CoV-2, y se administran a los pacientes directamente con una infusión -en farmacología, es la acción de sumergir una sustancia orgánica en un líquido caliente, pero sin que llegue a hervir, para que se disuelvan sus partes solubles- y es por eso que el tratamiento con mAb puede ayudar a los pacientes que tienen un alto riesgo de presentar síntomas graves o tener que ser hospitalizados.
Según aclaran, el tratamiento con mAb para COVID-19 es diferente de una vacuna COVID-19. Una vacuna desencadena la respuesta inmune natural de su cuerpo, pero puede llevar semanas desarrollar suficientes anticuerpos y prevenir algunos tipos de infección. Casi todas las vacunas contra el nuevo coronavirus requieren dos inyecciones, por lo que su cuerpo puede desarrollar su propia respuesta inmune a la enfermedad. Pero si ya se tiene el virus, el tratamiento con mAb le da a su cuerpo los anticuerpos que necesita para protegerse. Un ejemplo de su accionar se pudo ver con el ex presidente norteamericano Donald Trump.
El tratamiento con mAb ocurre en un centro de infusión porque se administra a través de una infusión intravenosa (IV). Dependiendo del tipo de con mAb que se reciba, todo el proceso podría tomar tan solo 15 minutos, o alrededor de 2 a 3 horas. Primero, el personal médico realiza una evaluación del paciente; luego se inicia una vía intravenosa, que administra los mAb al organismo en poco más de una hora. Luego, se le pide a la persona que permanezca en el centro de infusión durante otra hora para asegurarse de que no tenga una reacción alérgica u otros efectos secundarios. Estas reacciones son raras, pero se procede a aguardar una hora por protocolos, y allí el paciente puede retornar a su hogar.
“Es importante saber que incluso si comienza a sentirse mejor, aún podría transmitir el virus por un tiempo. Por lo tanto, deberá aislarse hasta que pasen al menos 10 días desde sus primeros síntomas de COVID-19, no se tenga fiebre en al menos 24 horas, sin tomar ningún medicamento que la reduzca o si sus otros síntomas de COVID-19 están mejorando”, advierte el organismo oficial.
¿Puede el tratamiento enfermar a la persona?
Los tratamientos con anticuerpos no contienen ningún componente del SARS-CoV-2 vivo, por lo que no hay riesgo de que se contraiga COVID-19 por el mAb. Sin embargo, puede tener efectos secundarios: pueden ocurrir reacciones alérgicas durante y después de una infusión de anticuerpos.
Entre las más comunes, fiebre; escalofríos; náusea; dolor de cabeza; dificultad para respirar; presión arterial baja; sibilancias hinchazón de sus labios, cara o garganta; sarpullido, incluida la urticaria; Comezón; dolores musculares; y / o mareos.
Una infusión de cualquier medicamento puede causar dolor breve, sangrado, hematomas en la piel, dolor, hinchazón y una posible infección en el lugar de colocación de la vía intravenosa.
Según se destaca, algunos posibles riesgos del tratamiento con anticuerpos son: puede interferir con la capacidad de su cuerpo para combatir una futura infección de SARS-CoV-2.
A su vez, puede reducir la respuesta inmunitaria de su cuerpo a una vacuna.
Los tratamientos con mAb para COVID-19, al igual que otros autorizados para uso de emergencia por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA), aún se están estudiando, por lo que es posible que aún no se conozcan todos los riesgos. “A medida que los científicos continúen estudiando el virus y cómo lo afecta el tratamiento con mAb, aprenderemos más sobre estos posibles riesgos”, resaltan.