Avanza la píldora antiCOVID, un antiviral que cambiaría el signo de la pandemia
Los ensayos clínicos con el molnupiravir en su fase 2 han sido satisfactorios, por lo que próximamente comenzarán a investigar con un mayor número de personas.
De confirmarse finalmente esta utilidad en próximos estudios la pandemia daría un vuelco importante, puesto que a la elevada eficacia de las vacunas que ya se están administrando por todo el mundo se le añadiría una forma fiable de tratar y prevenir la enfermedad.
El estudio realizado por los investigadores, todavía de fase preliminar, analizaba los resultados obtenidos en 182 personas. Inicialmente se reclutaron 202 adultos con síntomas de coronavirus en los últimos siete días y que no habían sido hospitalizados. Finalmente, tras descartar a 20 de ellos, el 42% de la muestra tenía elevados niveles del virus en sus organismos.
Una vez tratados con el molnupiravir, los restos del virus desaparecieron en el 100% de los pacientes, mientras que de los que recibieron un placebo solo un 24% tenía menor carga viral que al comienzo del estudio. Por lo tanto, aunque son datos tomados con precaución por la pequeña muestra analizada, los resultados no dejan de ser “prometedores”, tal y como el investigador principal del estudio, William Fischer, afirmó mostrándose consciente de las consecuencias favorables que podría tener este hallazgo en la pandemia “si los datos se respaldan en nuevas investiagaciones”.
En la misma línea se manifestó la directora de medicamentos de Ridgeback Biotherapeutics, Wendy Painter. “Sabiendo que existe una necesidad insatisfecha de tratamientos antivirales contra el coronavirus, estos resultados nos alientan”, subrayó.
Pocos tratamientos antivirales
El coronavirus, según han demostrado otros artículos científicos, es especialmente resistente a los fármacos antivirales, ya que es capaz de modificar su propia composición para corregir los errores inducidos por los medicamentos. Sin embargo, el molnupiravir sería capaz de inutilizar esta capacidad del SARS-CoV-2, siendo uno de los pocos tratamientos conocidos capaces de hacerlo.
La temprana administración del molnupiravir podría, según los investigadores, evitar el desarrollo de un cuadro grave por la enfermedad, hacer el contagio más corto y reducir tiempos de cuarentena con ello, y minimizar los brotes.
Por otro lado, la compañía farmacéutica Merck, también participante en los trabajos con el molnupiravir, está desarrollando un fármaco llamado MK-711 que en sus primeros ensayos demostró una disminución del 50% en el riesgo de fallecimiento o en problemas graves respiratorios en pacientes graves hospitalizados.