Adiós a la Casa Blanca: los perros del presidente Biden se van a Delaware por un incidente de violencia
Champ y Major fueron llevados a su casa en Wilmington el lunes luego del comportamiento agresivo del perro más joven
Los Biden adoptaron a Major, de tres años, en 2018. Se convirtió en el primer perro de un refugio de animales en vivir en la Casa Blanca.
Su otro perro, Champ, tiene 13 años y tiene un comportamiento más dócil debido a su avanzada edad.
Medios estadounidenses señalaron que la adaptación de Major había sido un poco más complicada ya que por ser joven tiene más energía y todo el día saltaba, ladraba y en ocasiones se mostraba agresivo con el personal de seguridad de la Casa Blanca, en uno de estos incidentes escaló a una mordida.
Ambos perros se mudaron a la Casa Blanca cuatro días después de ganar la presidencia Joe Biden.
Hasta el momento no se ha dado a conocer si los perros permanecerán en Delaware indefinidamente o si regresarán a Washington, DC.
Champ
Joe Biden le prometió a su esposa que compraría un perro después de las elecciones presidenciales de 2008 si Barack Obama lograba ganar la carrera. Jill Biden pegó diferentes imágenes de perros en los asientos del avión de campaña de Biden para que él las viera.
Compró el perro cuando era un cachorro a un criador de Pensilvania, y sus nietas lo llamaron Champ (nacido c. 2008).
El nombre de Champ le recordó a Biden el consejo que le dio su padre, quien decía “¡Any time you get knocked down, champ, get up!” (“¡Siempre que te derriben, campeón, levántate!”).
Joe Biden tiene afinidad por los pastores alemanes, ya que los entrenó en el pasado. Biden les regalaba a los niños pequeños peluches de Champ durante su vicepresidencia.
Major
Major (nacido c. 2018) fue un perro de rescate de una camada que había estado expuesta a “algo tóxico” en su hogar, y cuyo dueño no podía pagar los gastos de atención veterinaria para ellos.
Fue acogido por los Biden a principios de ese año desde el refugio de la Asociación Protectora de Animales de Delaware y ha estado con ellos desde finales de 2018.
El día que Joe Biden adoptó al perro del refugio, se quedó “contando historias y tomándose selfies con el personal” durante más de una hora.
El origen del nombre de Major no se conoce públicamente, pero dado su significado (mayor en inglés), Beau Biden, el hijo de Joe Biden con su primera esposa, Neilia Hunter, fue un mayor en la Guardia Nacional de Delaware.
Major se unirá a otros perros adoptados por líderes mundiales, incluido el presidente francés Emmanuel Macron y su cruce de Labrador-Griffon Nemo, y el primer ministro canadiense Justin Trudeau con su perro Kenzie.
El 28 de noviembre de 2020, el presidente electo Biden se fracturó el pie mientras jugaba con Major.
En noviembre, Biden se lesionó mientras jugaba con Major y terminó usando una bota para caminar durante algunas semanas mientras su lesión sanaba.
Al relatar el incidente a CNN en ese momento, Biden explicó que acababa de salir de la ducha cuando Major dejó caer una pelota frente a él.
“Y estoy caminando por este pequeño callejón para llegar al dormitorio. Y agarré la pelota ... y él corrió”, dijo Biden. “Y estoy jugando, corriendo detrás de él y agarrando su cola. Y lo que sucedió fue que se resbaló en una alfombra. Y yo tropecé con la alfombra en la que se resbaló. Eso es lo que sucedió. Vaya, no es una historia muy emocionante”.
No hubo mascotas viviendo en la Casa Blanca durante los cuatro años de la administración Trump; este fue el período más largo sin mascotas presidenciales en más de cien años.
La tradición de tener mascotas presidenciales se remonta a los dos mandatos de George Washington y ha sido llevada a cabo por 31 de los 46 presidentes. Donald J. Trump fue el primer presidente en más de un siglo sin una mascota.
Los residentes más recientes de la Casa Blanca de cuatro patas incluyen a Bo y Sunny, dos perros de agua portugueses pertenecientes a Barack Obama y su familia.