Unesco: Más de la mitad de los estudiantes en Bolivia están rezagados en educación
El estudio divide a los estudiantes entre los niveles I (de menor desempeño) y IV (de mayor desempeño). En la mayoría de los casos, lo estudiantes bolivianos se ubican en el nivel I y II. Sólo un 20% están en promedio el nivel alto.
Por ejemplo, en la prueba de lectura en tercer grado (estudiantes de unos ocho años de edad), la mitad de los alumnos se encuentra en el nivel I (el de menor desempeño). Ello quiere decir que uno de cada dos estudiantes no es capaz de interpretar lenguaje figurado, reflexionar y emitir juicios y reconocer tipos de textos de estructuras que no son de uso común.
El informe fue finalizado por la Unesco a fines de 2020 sobre una evaluación realizada en 2017 a unos 12.000 estudiantes. El trabajo se hizo en colaboración con el Ministerio de Educación de Bolivia.
En el caso de matemáticas ocurre algo similar. Según el estudio, los estudiantes bolivianos del tercer grado tampoco entienden los conceptos básicos. El 63% de ellos se ubica en el nivel I y el 18% en el nivel II. Eso quiere decir que más del 80% no logra ubicarse en un nivel de comprensión alto o medio-alto.
Por eso, afirma el reporte, la gran mayoría de estudiantes aún no logra dominar habilidades fundamentales tales como comprender secuencias numéricas, comparar y convertir medidas, o hacer operaciones más difíciles en el ámbito de los números naturales.
En el sexto grado (niños y niñas de unos 11 años) los alumnos tienen problemas al no poder realizar operaciones algebraicas y entender nociones de aritmética.
“Se observa que estos estudiantes presentan dificultades para relacionar áreas, determinar términos faltantes, identificar ángulos, determinar medidas de longitud o masas, entre otras”, sostiene el informe de la Unesco.
En matemáticas en sexto grado, el nivel I concentra un mayor porcentaje de estudiantes (62%), quienes sólo pueden realizar tareas sencillas, tales como estimar pesos y longitudes, identificar posiciones relativas en mapas, resolver problemas simples y leer datos en tablas y gráficos.
Otra de los hallazgos del estudio es que “el desempeño desmejora a medida que los estudiantes avanzan en su proceso educativo”. Eso implica que a mayor edad del estudiante, más rezagado está de lo que se espera que deba entender y conocer.
En relación con ciencias naturales en sexto grado, el 90% de los estudiantes se ubica en la mitad inferior de los niveles de desempeño.
Esto significa que sólo son capaces de realizar tareas como interpretar información simple, que poseen conocimiento de la clasificación de los seres vivos y que logran establecer relaciones de causa y efecto en situaciones cercanas a su vida cotidiana.
En cuanto al plano de la escritura, Bolivia obtiene puntajes levemente inferiores al promedio de los 15 países participantes de 2013.
El documento también describe que, en todas las pruebas y grados, los estudiantes de poblaciones indígenas presentan desventajas frente a los estudiantes que no pertenecen a este grupo, con diferencias de entre 30 y 80 puntos promedio en las diferentes pruebas del estudio.
Asimismo, el estudio entrega datos en los cuales se observan diferencias en el promedio favorables a los establecimientos educativos urbanos por sobre los rurales.
También los estudiantes de colegios privados obtienen resultados mucho más altos los públicos.
El estudio fue realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (Orealc/Unesco Santiago), en conjunto con el Ministerio de Educación de Bolivia y entrega hallazgos sobre los logros de aprendizaje de sus estudiantes.
Sus resultados constituyen un importante insumo para la generación de nuevas políticas educativas, dijeron especialistas de ese organismo.
La Unesco entrega estos datos como base de reflexión y de acciones que apoyen los procesos de diseño, reforma e implementación de políticas educativas nacionales.
“Así, con base en la evidencia, Bolivia puede tomar decisiones para la mejora de los aprendizajes de las y los estudiantes bolivianos, para que nadie se quede atrás”, indicó Carlos Henríquez, coordinador general del Laboratorio.