Un estudio señala dónde se producen el 75% de los contagios
Las partículas de los aerosoles pueden mantenerse en el aire hasta tres horas en estos espacios, donde no existe ningún tipo de ventilación.
Se ha hablado mucho de las reuniones familiares o la hostelería, señalados siempre como ámbitos en los que el virus se descontrola y se propaga con facilidad. Por eso, por ejemplo, se han reducido en muchas comunidades las reuniones en los hogares a muy pocas personas o incluso a solo convivientes, y por eso los bares tienen limitaciones de aforo, horario o prohibición de servir en barra.
Sin embargo, hay un espacio igual de peligroso que también es un foco de contagio del coronavirus importante según este estudio y que probablemente llama menos la atención. Estamos hablando de los ascensores, un espacio muy reducido, cerrado por completo y en el que estamos de manera habitual.
El peligro de los ascensores es real
En la etapa anterior a la pandemia, el único problema que podían generar los ascensores era el miedo a que pudiera caerse o la claustrofobia, que es el miedo intenso a espacios cerrados con pequeñas dimensiones. Pero la COVID-19 ha añadido un peligro más, el contagio de coronavirus.
Es el ejemplo perfecto de espacio cerrado poco recomendado, porque no existe ningún tipo de ventilación, en la mayoría de ellos es imposible mantener la distancia de seguridad, pasa un montón de gente de manera diaria por ahí, es casi inevitable el contacto físico para abrir la puerta o darle al botón del piso al que quieres ir o se dan todas las condiciones para que el virus no pueda escapar de ahí.
De hecho, las partículas de los aerosoles, que propagan el coronavirus por el aire, pueden mantenerse en los ascensores durante tres horas, tiempo más que suficiente para que los vecinos que usen este elevador puedan pegarse el virus los unos a los otros.
Por este motivo, la recomendación que hacen los expertos es que siempre intentes subir solo. Y si tienen que entrar dos personas, que primero lo haga una y después la otra y cada uno mirando para un lado.
“Los ascensores son una trampa para osos porque es un sitio donde entra y sale mucha gente, pero el aire no se renueva”, advirtió en el mes de noviembre Antonio Figueras, investigador del CSIC, en un programa de La Sexta. De hecho, se han dado casos de contagiarse estando solo en un ascensor, de manera que a veces incluso cumpliendo con las recomendaciones el peligro es tan real que no lo puedes evitar.