Rodrigo, luces y sombras con la Eurocopa en el horizonte

El delantero del Leeds se lesionó cuando parecía adaptarse a su nueva posición. El gran nivel de otros puntas nacionales comprometen su plaza con Luis Enrique.

Jonás Pérez
As
Rodrigo Moreno parecía uno de los nombres indiscutibles de la Eurocopa antes del comienzo de la temporada. Se marchó del Valencia para recalar en el Leeds de Marcelo Bielsa, un equipo que se presumía atractivo y de fútbol vistoso, donde el punta podría desarrollar todo su potencial. Además, el estilo de la Premier League le favorecía, al ser un jugador apasionado de explotar los espacios, de tirar desmarques y de leer el juego en todas sus vertientes. Lo cierto es que, meses después, sí se han cumplido algunas de las expectativas. Pero ¿es suficiente para ser un fijo en la lista de Luis Enrique?


El principal problema de Rodrigo es que ofrece luces y sombras. Por el contrario, sus grandes rivales por un puesto como Iago Aspas o Gerard Moreno se erigen como líderes indiscutibles de sus equipos. Álvaro Morata también brilla en la Juventus, donde es titular y recupera día a día la confianza que perdió en sus últimas semanas en el Atlético de Madrid. Hoy, el ex del Valencia ha vuelto a dar un volantazo contrario a la dirección convocatoria. Hizo un mal gesto en un intento de control, tuvo un mal apoyo y se quedó clavado en el césped. Afortunadamente, no parece grave y podrá regresar a los terrenos de juego tras una breve recuperación. Eso sí, no es más que otro obstáculo en un camino ya de por sí complejo.

Para entender en qué situación se encuentra Rodrigo Moreno, cabe contextualizar las variantes que ha introducido Marcelo Bielsa en su dibujo. El delantero nunca ha sido un '9' nato, un 'killer' del área. Más bien una referencia, que brilla con compañía como en el inconfundible 4-4-2 de Marcelino García Toral. Sabe mover a los zagueros, jugar con libertad, ofrecer desmarques... Quizás el conocimiento táctico pueda ser su mejor virtud. Por eso no es de extrañar que sus cifras goleadores que está ofreciendo (tres goles en 18 partidos) no sea sobresaliente.

Pero jamás se vio a Rodrigo, al menos en sus años de oro como profesional, en la demarcación que está desempeñando. Bielsa acostumbra a jugar con una especie de 4-1-4-1. Hasta el momento, nadie hubiera imaginado al internacional español en otra posición que no fuera esa referencia ofensiva. El 'Loco' le ha encontrado sitio por detrás, como una especie de mediapunta que también tiene responsabilidad en la creación en momentos de atasco. Ahí Rodrigo puede jugar con libertad en tres cuartos de campo, caer a los costados, filtrar pases interiores o incluso marear a los centrales con movimientos de ruptura para dejar más libertad al atacante.

Si leen lo expuesto anteriormente, es idóneo para que Rodrigo explote sus virtudes. Sin embargo, el fútbol físico de la Premier ya de por sí le exigía una adaptación rápida y lidiar con situaciones a la que no ha estado acostumbrado. Es más, dicha adaptación más la nueva posición complicaron notablemente su día a día. Porque esa especie de mediapunta de Bielsa, con refuerzo esquemático a las bandas, también obliga al español a trabajar, no perder la posición, ahorrar en el esfuerzo en ataque y no dejar al equipo partido en transiciones. El COVID-19 se cruzó en su camino y dificultó su particular transición. Y a día de hoy sigue siendo un jugador valioso, carismático, pero no la estrella del equipo. Tampoco marca lo necesario para ser un fijo para 'Lucho'...

Un problema llamado expectativas

El Leeds es un recién ascendido. El potencial económico de la Premier le permite realizar fuertes inversiones, que en ningún caso podrían hacer Huesca, Cádiz o Elche. Entre todas las operaciones necesarias para irrumpir con fuerza en la competición, el club apostó por Rodrigo Moreno como futbolista más importante. Desembolsaron por él 30 millones de euros (con variables puede llegar a 40) y lo cierto es que no pueden sentir decepción por su rendimiento. Eso sí, quizás esperaban mejores cifras goleadoras o una constancia fruto de que llegaba a Inglaterra un futbolista consagrado en LaLiga Santander. Puede que también se pensara lo mismo aquí, viendo las magníficas experiencias que tuvieron en su día Diego Costa, Fernando Torres o Pedrito.

Es cuestión de tiempo que Rodrigo alcance su plenitud futbolística. Pese a todo, ya ha mostrado detalles de altísimo nivel que invitan al optimismo. Remarcar que su rendimiento es bueno, por el contrario, no significa que esté a un nivel suficiente como para colarse en la Eurocopa con el rendimiento mostrado por otros compatriotas. Para garantizar su plaza, debería asentarse definitivamente en la posición, acertar de cara a portería y ofrecer a Luis Enrique la garantía de jugador versátil entre líneas, cayendo a banda o como nueve de referencia. El tiempo aprieta y esta lesión le vuelve a poner trabas. Cuenta con la total confianza del cuerpo técnico y eso puede ser su mayor aval. ¿Suficiente? Quedan meses para saberlo.

El Leeds ofrece dudas

El Leeds es un equipo loco, acorde al sobrenombre por el que se conoce a su entrenador. Apenas empata, con solo dos encuentros cerrados en tablas en los veinte disputados. Solo Leicester, Manchester City, Manchester United y Liverpool han marcado más goles. Pero solo West Brom ha encajado más. Un balance positivo, ya que el Leeds está en media tabla, muy lejos del descenso y no a tanta distancia de los puestos de nobleza. Un equipo capaz de lo mejor y lo peor. El problema de Rodrigo es que compite con la perfección. Morata es un futbolista clave de un puntero de Italia; Gerard, el mejor de una de las sensaciones de LaLiga; y Aspas, el líder indiscutible de un equipo algo irregular.

Más competencia: Ferran, Oyarzabal...

Rodrigo no solo compite con los delanteros centros. Por su versatilidad y porque Luis Enrique -bendito problema- tiene pocas plazas para el ataque y muchos candidatos. Dani Olmo, Ferran Torres, Mikel Oyarzabal, incluso Ansu Fati si tiene una buena recuperación... Son futbolistas de un perfil ofensivo que también pelearán por su lugar. No hay sitio para todos y ya existe un debate sobre si la mejor alternativa es dar entrada desde ya a jóvenes sobradamente preparados y que conformarán el futuro de la Selección o tirar de los 'veteranos'. El del Leeds forma parte de este último grupo, aunque tiene aún 29 años. Mientras busca su sitio en Inglaterra, el tiempo corre y otros internacionales aprietan. Este Rodrigo de luces y sombras deshoja la margarita: ¿irá o no irá?

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