Los 10 momentos que marcaron la era de los Galácticos en Real Madrid

Madrid, ESPN 
El mundo del fútbol nunca había visto algo similar. Los Galácticos del Real Madrid tenían todos los ingredientes de un éxito taquillero: una plantilla conformada por los mejores futbolistas, con el perfil más alto en todo el mundo; capaz de arrollar a sus oponentes en la cancha y crear una marca global fuera de ella. Al menos, ese era el plan.
La serie Galácticos de ESPN Originals que estrena el miércoles en Latinoamérica (5 p.m. México por ESPN; 6 p.m. Colombia y 8 p.m. Argentina por ESPN3) relata el ascenso y la caída de ese equipo que acaparó la atención del mundo entre 2000 y 2006, una etapa en la que todas las miradas del fútbol estaba posadas sobre el Estadio Santiago Bernabéu y su colección de estrellas.

A continuación, presentamos diez momentos clave de la era de los Galácticos.

La elección de Florentino Pérez

El verano del año 2000 no era un momento obvio para que se produjeran cambios sustanciales dentro del Real Madrid: el club acababa de ganar su segunda Champions League en tres años, luego de haber sufrido 32 años de sequía en la Copa de Europa. De hecho, Lorenzo Sanz convocó elecciones anticipadas con la intención de aprovechar los éxitos europeos para asegurar la presidencia; todo con miras al 100 aniversario de la fundación del club, que se celebraría dos años después. Sin embargo, no todo marchaba tras bastidores. La deuda del club era grave y crecía a diario. Eso le dio una oportunidad a Florentino, uno de los empresarios más acaudalados de España. Pérez hizo su fortuna aprovechando el boom inmobiliario español potenciando al gigante de la construcción ACS. Ahora, Florentino se comprometía a sanear las finanzas del Real Madrid. Eso, y fichar a Luis Figo, el mejor jugador de La Liga de España. Con ambas promesas, Pérez se impuso a Sanz por poco más de 3.000 votos en los comicios del 16 de julio de 2000. La elección fue reñida, pero la votación a través del correo se inclinó fuertemente a favor de Pérez. Por primera vez en la historia del club, el aspirante a la presidencia superó al titular que peleaba por la reelección.

El primer Galáctico: Luis Figo

La transferencia que impuso un récord mundial y cambió la historia del Real Madrid. El 5 de julio se dio a conocer la noticia, mientras Lorenzo Sanz celebraba el matrimonio de su hija con el defensor Michel Salgado. Figo, o por lo menos su agente, había pactado el fichaje del portugués por el Madrid con Florentino Pérez, si este último ganaba la presidencia. Su cláusula de rescisión con el Barcelona rondaba la cuantiosa cifra de 10.000 millones de pesetas, más impuestos. Figo compareció para desmentir la noticia (las posibilidades de que Florentino ganara las elecciones parecían pocas); para terminar presentado, sin sonreír, dos semanas después en el Santiago Bernabéu. Para Florentino, fue misión cumplida, ya que lograba su fichaje estelar y asestaba una estocada al eterno rival, cuyos hinchas jamás le han perdonado la "traición" al futbolista portugués. A los pocos meses, Figo se hizo acreedor del Balón de Oro. Su temporada debut con la camiseta del Madrid fue excepcional, marcando nueve goles y sumando 17 asistencias, ayudando a terminar con una espera de cuatro años para hacerse con el título de Liga. El día que alzaron el palmarés, Figo creó tres de los cinco goles convertidos contra el Alavés en mayo de 2001. Su anterior equipo, el Barça, quedó en un distante cuarto puesto.

Llega 'Zizou'

Zinedine Zidane llego al Bernabéu en julio de 2011 (otro pase de récord mundial, por 11.500 millones de pesetas, proveniente de la Juventus); pero es célebre la anécdota de cómo un año antes, el jugador aceptó fichar por el Madrid. Durante una gala organizada por la UEFA en Mónaco, Pérez le preguntó “¿Quieres jugar con el Madrid?” escrito en una servilleta y Zizou le respondió con un “Sí” garabateado. Zidane ya había alzado la Copa del Mundo y la Eurocopa con la selección de Francia y en ese momento, tenía puesta su mirada en la Champions, tras haber perdido con la Juve la final de la edición 1998, disputada en Madrid. Florentino lo describió como “un jugador que parece haber nacido para jugar con el Real Madrid”. Zidane se convirtió en representante del apartado de superestrellas dentro del plan de Pérez, conocido como “Zidanes y Pavones”, combinando íconos globales con canteranos. Sin embargo, no siempre todo fue color de rosa. Zidane fue objeto de críticas al principio de su etapa con la camiseta del Madrid, los merengues perdieron la final de Copa del Rey ante el Deportivo La Coruña en un encuentro disputado en el Bernabéu en plena celebración del centenario y terminaron en el tercer lugar de la tabla de liga. Sin embargo, todo ello sería opacado por otro gran acontecimiento…

“Aquel” gol en final de Champions

El proyecto Galáctico tenía mucho por hacer en Europa, luego de las victorias en Champions League contra Juventus en 1998 y Valencia en 2000. Su triunfo en 2002, imponiéndose 2-1 al Bayer Leverkusen en el Hampden Park de Glasgow fue igualmente especial. La semifinal también fue notable, ya que el Madrid eliminó al Barça en su primer encuentro en competiciones europeas desde 1960, incluyendo la victoria 2-0 en el Camp Nou. La novena Copa de Europa del Madrid se conquistó el 15 de mayo de 2002. Raúl abrió el marcador y Lucio igualó poco después. Zidane selló el triunfo con el que podría considerarse como el mejor gol jamás convertido en una final de Copa de Europa, al rematar de volea un centro de Roberto Carlos hacia la esquina superior. Después del tanto de Zidane se produjo un instante de dramatismo: un joven Iker Casillas (con apenas 20 años pero que no era un advenedizo en la competición) salió del banquillo para sustituir al lesionado César Sánchez y concretar algunas atajadas cruciales en los últimos minutos del compromiso.

El Fenómeno

Figo y Zidane no fueron suficientes para satisfacer las ambiciones de Florentino: los fichajes de superestrellas tenían que seguir produciéndose, uno por cada verano. Las deudas ya no eran problema, luego que se produjera un negocio conveniente en julio de 2001, para vender el terreno donde se había levantado su Ciudad Deportiva, para dedicarlo a un desarrollo inmobiliario. La única forma de igualar los fichajes anteriores era concretar el regreso de Ronaldo Nazario a La Liga de España. “O Fenômeno” fichó por el Madrid en agosto de 2002. Hubo drama a último minuto: el presidente del Barcelona Joan Gaspart intentó sabotear la negociación retirándose del fichaje de Fernando Morientes, lo que dejó al Madrid con escasez de recursos monetarios. Sin embargo, el Inter de Milán salvó la situación al reducir sus exigencias. Ronaldo había sufrido dos serias lesiones de rodillas en la Serie A; no obstante, tras haber ganado el Botín de Oro del Mundial 2002, su carrera parecía volver a levantarse. Al ingresar como sustituto en un cotejo contra el Alavés, el 6 de octubre de ese año, Ronaldo marcó gol luego de haber pasado un minuto en la cancha, y terminó el encuentro con un doblete. El Madrid ganó la liga de la mano de Ronaldo, máximo goleador del club.

Las partidas de Del Bosque, Hierro y Makélélé

Los buenos tiempos no podían durar para siempre. El descontento era inevitable y crecía con el pasar de los días. Los Galácticos eran considerados intocables e inamovibles y el resto de la plantilla se sentía molesto por su estatus de piezas de segunda categoría. El inicio del fin llegó en el verano de 2003, cuando se dio a conocer que no serían renovados los contratos del DT Vicente del Bosque y el capitán Fernando Hierro. La imagen paternal de Del Bosque no parecía apta para la nueva era madridista (aunque sí lo era su subestimada habilidad como entrenador) y Florentino quería contar con un hombre de aspecto más moderno. Ambos no se dirigieron la palabra por un año. La relación con Hierro, que ya empezaba a acusar envejecimiento, también se había deteriorado. Durante las primeras 24 horas después de alzar el título de liga, salieron a relucir informaciones que aseguraban que ambos dejarían el club. La celebración del título, organizada en el famoso restaurante madrileño Txistu, quedó en planes. Claude Makélélé fue otra de las bajas, siendo vendido al Chelsea tras negarle un aumento de sueldo. “No le echaremos de menos”, declaró Pérez a la revista France Football. “No puede cabecear el balón y pocas veces hacía un pase más allá de tres metros”.

El fichaje de David Beckham

El reemplazo de Makélélé, según el propio Florentino, era David Beckham. El cuarto fichaje Galáctico fue la única incorporación al plantel madridista en el verano de 2003. Un día después que se oficializara la negociación por €35 millones el 1º de julio de ese año, 1.500 periodistas asistieron a su presentación. Los personeros del club afirmaron haber recibido más solicitudes de acreditaciones para el acto de Beckham que en una semifinal de Champions. Una semana antes, el ex asistente del Manchester United Carlos Queiroz había sido designado para liderar esta nueva era. El inicio fue sumamente prometedor: Beckham marcó gol en su debut como local en la Supercopa de España y volvió a hacerlo unos días después en su primer partido de liga. Incluso, el Madrid venció 1-2 al Barcelona en el Camp Nou el 6 de diciembre de 2003, llevándose su primer triunfo en un Clásico español en dicha plaza en 20 años. Para la primavera, eran líderes de liga y alzaron la Copa del Rey… pero el Madrid no volvería a ganar otro trofeo en la era de los Galácticos.

Fracaso en Champions, colapso en Liga

Ya habían surgido problemas. A Queiroz no le resultó fácil gestionar el vestuario y pensó en renunciar. La implosión fue dramática. La final de Copa del Rey de 2004, en la que Beckham abrió el marcador, terminó en resultado adverso 2-3 ante el Real Zaragoza. La situación empeoró en Champions League, cuando el Madrid sufrió una vergonzosa eliminación a manos del Mónaco en cuartos de final. Un triunfo 4-2 de local en el partido de ida fue seguido por la derrota 3-1 en su visita al club monegasco. La agencia de noticias EFE la calificó como “una de las noches más oscuras en la historia reciente (del Real Madrid)”. El ex madridista Morientes convirtió en ambos partidos. El equipo necesitaba un título de Liga para salvar su temporada. No fue así. Por el contrario, el Madrid perdió en seis de sus últimos siete encuentros en liga para terminar en el cuarto lugar. Fueron superados por el Barcelona por primera vez en la era de los Galácticos. “No nos equivocamos al no renovar a Del Bosque”, dijo Florentino. “Sí lo hicimos al contratar a Queiroz”.

Cinco directores técnicos, cero trofeos

¿Qué hacer cuando se agotan los Galácticos? Michael Owen fue fichado en agosto de 2004, pero no pudo aspirar a igualar la repercusión causada por Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham. El inglés hizo maletas un año después. Se produjo un periodo de sequía sin precedentes: el Real Madrid pasó tres años sin trofeos por primera vez en medio siglo. Cinco directores técnicos, algunos de ellos casi olvidados por completo (Queiroz, seguido brevemente por José Antonio Camacho, luego por Mariano García Remón, el brasileño Vanderlei Luxemburgo y Juan Ramón López Caro), fracasaron en sus intentos de ganar siquiera un título. Incluso, el término “Galáctico” adquirió una connotación cada vez más negativa, las giras de pretemporada de Beckham y el club fueron consideradas como ejemplo del enfoque sesgado del club, poniendo las prioridades comerciales por encima de los éxitos deportivos. Para empeorar la situación, el Barcelona buscaba emprender un proyecto más dinámico bajo las órdenes del presidente Joan Laporta y el DT Frank Rijkaard, que redundó en su título de liga en 2005.

La renuncia de Florentino Pérez

La dimisión de Pérez estremeció el fútbol español. “No me lo esperaba”, expresó Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid. Ángel Torres, presidente del Getafe, afirmó: “Las cosas deben estar muy mal para que Florentino Pérez arroje la toalla”. Dos derrotas consecutivas fueron la gota que derramó el vaso. Una derrota en liga con marcador 2-1 de visitante ante el Mallorca, con una defensa de cuatro zagueros que ponía en evidencia las deficiencias del plantel, se produjo inmediatamente después del triunfo 0-1 del Arsenal en Champions en el Santiago Bernabéu. El Madrid también había sido humillado en Copa del Rey, perdiendo 1-6 en su visita al Zaragoza. Florentino consultó al capitán Raúl y al técnico López Caro, para luego presentar su renuncia. “El Real Madrid necesita un cambio”, afirmó. “Quizá yo he maleducado a los jugadores… en ese sentido, el único culpable soy yo”. El ambiente dentro de la plantilla era nefasto. Sergio Ramos criticó la actitud de sus compañeros tras la caída en Mallorca, mientras que Raúl y Ronaldo intercambiaban dardos verbales. El ex entrenador García Remón reprochó “el exceso de tolerancia [del club] hacia la plantilla… son sólo jugadores de fútbol”. Se aprendieron lecciones que Florentino aplicó tres años después, a su regreso a la presidencia madridista.

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