Indignación en Chile con parlamentarios que se negaron a interrumpir sus vacaciones para tratar temas clave
El Congreso recibió solicitudes para abordar temas críticos en su periodo de descanso. Sin embrago, la iniciativa no contó con el apoyo necesario
Ambas son abordadas por proyectos que están pendientes de tratamiento en el parlamento.
La primera, que volvió al centro de la conversación pública tras la muerte de un joven malabarista de 27 años en la comuna de Panguipulli, generó una crisis social que ya deja varios edificios destruidos y convocatorias de protesta en distintas ciudades para condenar la brutalidad policial y exigir una reforma profunda a la policía militar chilena.
Por otro lado, la segunda es considerada como tal luego del desborde de poblados de la frontera norte del país por el ingreso de inmigrantes, en su mayoría venezolanos.
La propuesta para tratar el asunto de Carabineros fue hecha por los diputados René Saffirio y Pamela Jiles, mientras que Juan Antonio Coloma propuso hacerlo para discutir la crisis migratoria.
Para la diputada Jiles, la solicitud se fundamenta en que se “ha generado un ambiente de inseguridad en un estado de derecho, por lo que se hace necesario garantizar a la ciudadanía el respeto y restablecimiento de su derecho a la vida y a su integridad física y psíquica”.
Ante las solicitudes recibidas, el diputado y presidente de la Cámara Baja, Diego Paulsen, advirtió que para lograr que la idea prospere se necesitaría la unanimidad de la Cámara. No obstante, esto no sucedió.
Indignación en el mundo político
Para Saffirio, la decisión fue consecuencia de la negativa de los partidos Renovación Nacional (RN) y Evópoli, ambos oficialistas. “Después dirán: ‘no lo vimos venir’”, dijo el legislador, haciendo referencia a la respuesta del gobierno frente al estallido social de octubre de 2019.
Los aludidos de RN nunca estuvieron de acuerdo con esta sesión de emergencia, advirtieron. El jefe de la bancada de diputados, el parlamentario Sebastián Torrealba, declaró que esta interrupción sería usada como “aprovechamiento político”, y añadió que “una sesión especial sólo se prestará para discursos cargados de contenido político sin presentar soluciones”, declaró.
Desde otra vereda, la diputada del Partido Comunista Camila Vallejos también declaró contra quienes inclinaron la balanza para no legislar en periodo de vacaciones. En su cuenta de Twitter declaró que “uno de los comités de derecha no dio el acuerdo para la sesión especial, y por lo tanto, no hubo unanimidad para realizarla”, y que seguirán insistiendo en “acciones como oposición”.
Polémica en medio del descanso parlamentario
La problemática de las vacaciones en el parlamento en tiempos de crisis en Chile no es un tema nuevo. En el verano de 2020, frente a un rumor de un nuevo estallido social para marzo de aquel año, el diputado Andrés Celis propuso que ambas cámaras, de Diputados y Senadores, suspendieran el receso que se extiende por todo el mes de febrero.
El parlamentario buscaba modificar la Ley Orgánica del Congreso Nacional para que la Cámara de Diputados y la del Senado “a propuesta de la Comisión de Régimen respectiva, dictara un reglamento especial o modificara el reglamento interno existente”, en el que se establecieran plazos y procedimientos para la aplicación de las vacaciones. Incluso se propuso un sistema de turnos para garantizar el funcionamiento del parlamento, pero nada de eso prosperó. En aquel momento, fue polémico también que trece parlamentarios salieron del país con destino a Europa y Estados Unidos, razón por la cual no fue posible implementar nuevos mecanismos legales que permitieran avanzar con temas relevantes en la política chilena, igual que ahora.