Febrero tuerce al Atlético: causas... y motivos para el optimismo
El equipo sólo ha ganado un partido de cinco y ha encajado en todos los partidos. La Liga se aprieta y la Champions se complica. Hay razones para el bajón y para ser optimistas.
En estos cinco encuentros, el Atlético ha marcado sólo cinco goles y ha encajado siete, algo que ha penalizado mucho. Un problema no sólo de números, sino que genera también dudas en el equipo, porque no es normal que encaje tanto.El equipo de Simeone visita este domingo al Villarreal (21:00) y luego tiene el derbi ante el Real Madrid (domingo 7 de marzo, 16:15). Son dos jornadas decisivas. Y para el 10 de marzo queda el Athletic, el partido que tiene aplazado. Es una bola extra.
¿Por qué el equipo no es tan fiable y resolutivo? Desde dentro se sabía que mantener el ritmo de puntos sería muy difícil, pero es que ha perdido tantos puntos en estas cuatro últimas jornadas como en las 19 de la primera vuelta. Han coincidido muchas cosas, sobre todo ausencias que han afectado al rendimiento global, al sistema, a las posibles rotaciones y a la profundidad de banquillo. Hay causas y también hay motivos para la esperanza de que lo que viene sea mejor que este mes gris oscuro.
Lesiones… y COVID
Al equipo se le han ido acumulando las bajas en todas las líneas, y en algunas posiciones han causado especial daño. Las dolencias musculares se han juntado con una serie de contagios de coronavirus del que todavía no ha salido plenamente el equipo. Herrera sigue de baja y en las últimas semanas cayeron (y se recuperaron) Dembélé, Lemar, João Félix, Hermoso y Carrasco. Más el castigo a Trippier, que no juega desde el 12 de enero, casualmente el último partido en el que no encajó el equipo. El inglés será uno más el 1 de marzo y es fundamental porque es el mejor en su posición y además permite avanzar a Llorente, al que hace mejor con sus pases. Para el otro carril, pronto regresará Carrasco.Fragilidad defensiva
Desde que llegó Simeone, el estilo del Atlético se asocia a la fortaleza y la seguridad defensiva. Los entrenadores rivales han asumido durante años que si los rojiblancos se adelantan, el partido se pone casi imposible. Pero en las últimas semanas no es así. En Bucarest fue una chilena, contra el Levante un disparo que rebota en dos defensas, contra el Granada hubo también un tiro desviado… Jugadas extrañas, a veces por falta de contundencia para despejar, otras por mala suerte. Pero que cuestan puntos y que afectan en lo mental. Ante el Chelsea, el Cholo quería dejar la portería a cero más que nunca y, consciente de los apuros de anteriores encuentros, blindó al máximo al equipo. Felipe ha perdido confianza, aunque dentro del área va entonándose, y a Giménez de nuevo le lastran los problemas físicos. El equipo necesita firmes a los cuatro centrales y más firmeza del conjunto.
A vueltas con el sistema
Este punto seguramente viene marcado por los dos anteriores. Aun así, Simeone se aferra al esquema de tres centrales y dos carrileros y no se desvía ni aunque falten Carrasco, Trippier y Hermoso, piezas que hacen bueno ese 3-5-2. Pero la realidad es que con los partidos en marcha no siempre le convence y mueve las piezas con frecuencia. Defensa de tres o de cuatro, doble pivote o tres en el medio… La polivalencia de jugadores como Llorente, Carrasco, Saúl, Lemar, etc. le permite hacer esos cambios.
Escaseces en el banquillo
La acumulación de bajas, más allá de los apuros obvios para armar un once, provoca problemas en el banquillo. La plantilla del Atleti al completo permite cambiar los partidos con la entrada de suplentes. Contra el Granada y el Celta sólo hizo una sustitución. En Bucarest tenía pocas opciones de ataque, aunque Dembélé, que no ha tenido más que dos ratitos, agradó a Simeone, que promete que tendrá oportunidades. Con todos listos, el Cholo podrá encontrar un banco con Herrera, Saúl, Correa, Lodi, Dembélé, Torreira…
Suárez, en pausa y João Félix, desconectado
Luis Suárez, del todo a la nada. El uruguayo cogió una racha espectacular que le puso pichichi y se ha quedado seco. En los cuatro últimos partidos no ha visto puerta, cuando en los cuatro anteriores había marcado siete goles. En principio no es un problema grave. Contra el Chelsea estuvo desasistido y contra el Levante no tuvo suerte aunque jugó bien. En enero cambió empates por triunfos con goles decisivos y ahora aquello se echa de menos. Volverán los goles. Más preocupante es la falta de goles de João, que sólo ha marcado uno en los últimos diez encuentros. Pero también se espera que vuelva a la excelsa versión de octubre y noviembre. Está apático.