En Nueva Zelanda, la primera ministra tiene 40 años y decidió no vacunarse: “Los que están en la primera línea tienen mayor riesgo, no yo”
Se llama Jacinda Ardern es de centro izquierda y lidera uno de los países con mejor gestión de la pandemia en el mundo. Registra solo 26 muertos y más de 2.300 infectados
El país, uno de los países que mejor han gestionado la pandemia de coronavirus, comenzó el pasado sábado su campaña de vacunación contra la COVID-19 con la inoculación de la vacuna de la farmacéutica Pfizer a trabajadores de los puestos fronterizos.
“Tu amigo muy querido, muy querido, Scott Morrison (primer ministro de Australia), recibió la vacuna. ¿Tú también la recibirías para enviar un mensaje de confianza a todos nosotros?”, le preguntó un periodista.
“Hemos tenido una discusión sobre esto y me genera conflicto porque desde mi punto de vista son las personas que están en la primera línea quienes están en el mayor de los riesgos, no yo. Entonces los quiero a ellos protegidos primero”, respondió la mandataria.
Ante la insistencia del periodista que le dijo que a ella también se le puede considerar que está en la primera línea, reiteró que no está expuesta de la misma forma que los trabajadores sanitarios.
Ardern, de 40 años de edad, dijo que esperará a que se inoculen todos los que están en riesgo.
Por otra parte, el ministro de Salud, Ashley Bloomfield, afirmó el pasado sábado en declaraciones recogidas por el periódico New Zealand Herald que las primeras vacunas se inocularon a 29 trabajadores sanitarios.
“Hoy empezamos el programa de inmunización más grande de la nuestra historia (...)Nos moveremos de manera mesurada en estos primeros días y semanas para asegurarnos de que nuestros sistemas y procesos son sólidos”, dijo el ministro.
“¡Nuestro programa de vacunación contra la covid-19 comienza! Empezamos con nuestros trabajadores de primera línea en las fronteras, que nos han mantenido a salvo por mucho tiempo”, anunció Ardern en su cuenta de Facebook.
Nueva Zelanda, que tardará algunas semanas en vacunar a sus 12.000 trabajadores de fronteras y a los de los centros de cuarentena, tiene previsto inmunizar a sus más de cinco millones de habitantes en el plazo de un año.
El gobierno neozelandés levantó el pasado miércoles el confinamiento de tres días decretado en Auckland, la ciudad más poblada del país, pese a no haber encontrado el origen de un rebrote de la cepa británica del virus que ha afectado a tres miembros de una misma familia.
Nueva Zelanda, cuya gestión frente a la pandemia ha sido considerada como la mejor del mundo, acumula desde que comenzó la pandemia un total de 2.350 contagios de COVID-19, que incluyen 356 casos catalogados como probables, y 26 fallecidos.