En Israel probaron con éxito dos fármacos para casos graves de COVID-19
En el Hospital Ichilov, un fármaco muy económico ofreció resultados positivo del 95%. En la Clínica Hadassah, de Jerusalem, se probó otro fármaco con resultados similares. Piden autorización al Comité de Helsinki para que les habilite extender el ensayo a más pacientes
Según un informe de KAN News, el profesor Nadir Arber, del Centro Integrado de Prevención del Cáncer del hospital, probó un medicamento que ha estado desarrollando en pacientes en estado moderado y grave que padecían el virus con un resultado positivo del 95%. El experto afirmó que el medicamento, llamado EXO-CD24, es económico y efectivo y debe administrarse una vez al día durante cinco días.
De acuerdo con el medio israelí, el fármaco está compuesto por una proteína biológica conocida en los campos de la investigación del cáncer. El papel de la proteína es calmar el sistema inmunológico, que en la segunda etapa de la enfermedad se ataca a sí mismo y causa dificultad para respirar. “La proteína CD24 se introduce en el cuerpo mediante la inhalación de exosomas, una especie de hormona que la libera en los pulmones. La sustancia es inhalada por el paciente durante unos minutos y la proteína liberada en los pulmones calma el sistema inmunológico que deja de atacarse a sí mismo, provocando así un gran alivio al paciente”, señala la investigación.
De los 30 pacientes que recibieron el medicamento, 29 mostraron una mejora notable en dos días y fueron dados de alta del hospital entre tres y cinco días después. Una paciente también se recuperó, pero tardó unos días más, informó el hospital.
Después de resultados tan positivos, el hospital apeló al Comité de Helsinki del Ministerio de Salud para solicitar extender el ensayo a más pacientes.
El Centro Médico Hadassah, en Jerusalem, también informó sobre una posible cura. Administró a 21 pacientes en estado crítico, que padecían enfermedades subyacentes, un fármaco llamado Allocetra. Según los médicos, 19 pacientes se recuperaron en seis días y fueron dados de alta del hospital en promedio después de ocho días.
El fármaco fue desarrollado por el profesor Dror Mevorach, director del Centro de Investigación de Reumatología y Medicina Interna, para tratar los sistemas inmunológicos hiperactivos que causan la secreción de citocinas.
Desconfinamiento
Israel iniciará mañana la desescalada tras un confinamiento de seis semanas, pero prevé un proceso lento por su alta tasa de morbilidad, aunque la rápida campaña de vacunación permite esperar que no haya que dar marcha atrás.
A partir de mañana a las 7:00 hora local (5:00 GMT), los ciudadanos podrán desplazarse sin limitaciones, al expirar la restricción que les prohibía alejarse más allá de un kilómetro de sus residencias.
Se permitirá también el regreso al trabajo presencial en empresas que no atienden al público, o la recogida de comida en restaurantes, que hasta ahora solo podían realizar pedidos a domicilio. Los negocios que ofrecen servicios individuales podrán reabrir, y se iniciará la apertura de reservas naturales, parques nacionales y sitios arqueológicos al aire libre.
Asimismo, se prevé que las pensiones (Bed and Breakfast) puedan alojar y atender a familias, y se concretará la vuelta de la educación preescolar en los próximos días.
Sin embargo, la desescalada se hará con lentitud y cautela para evitar un nuevo pico de contagios y el país seguirá cerrado al exterior: el aeropuerto internacional de Ben Gurión y las fronteras terrestres con Jordania y Egipto seguirán clausuradas por dos semanas más, después de que el Gobierno extendiera esta medida.
Israel cerró casi por completo su espacio aéreo y sus confines con los países vecinos a finales de enero. La clausura debía expirar mañana, pero se prolongará para impedir la entrada de nuevas cepas del coronavirus.
Según Sanidad, la rápida expansión en el país de la variante británica -más contagiosa y que ya supone un 70% de casos- impidió alcanzar una reducción amplia de las infecciones durante el cierre.
Pese al largo confinamiento, la morbilidad aún es elevada: se llegaron a registrar más de 8.000 casos diarios esta semana, y el porcentaje de positivos ronda el 9%.
Ante ello, las autoridades esperan que su avanzada campaña de vacunación y la progresiva inmunización de su población permitan reducir contagios y la carga de enfermos graves en los hospitales.
Según ha transcendido en los medios israelíes, su plan de reapertura -del que aún no se han dado muchos detalles- consta de tres fases en que las restricciones se levantarían progresivamente, a medida que aumente el número inoculados y se alcance cierta inmunidad colectiva.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha reiterado que la vacunación es “la llave” para la vuelta a la normalidad, tras detectarse una ralentización de la campaña esta semana, por lo que este jueves se abrió el proceso a todos los mayores de 16 años.
Más de 3,4 millones de israelíes ya han recibido la primera dosis y algo más de dos la segunda, lo que supone más de un tercio de población del país -de unos nueve millones de habitantes-.
Desde el inicio de la pandemia, Israel acumula más de 685.000 contagios y 5.057 muertos. Su presión hospitalaria sigue siendo alta, con más de 1.100 pacientes ingresados en estado grave.