El tridente incombustible

Modric, Kroos y Casemiro brillan en la nueva racha de triunfos del Real Madrid y se resisten a la renovación generacional en la medular blanca.

Manu de Juan
As
El Real Madrid se llevó un trabajadísimo triunfo de Bérgamo contra el Atalanta el pasado miércoles (0-1) gracias a la inesperada pierna derecha de Mendy, a la solidez defensiva que el equipo blanco viene generando desde hace ya semanas y al tridente medular de Zidane, formado por Casemiro, Kroos y Modric, un cinturón de seguridad que el técnico francés se abrocha cada vez que vienen curvas, sabedor de que es de lo poco en este Madrid que garantiza un viaje tranquilo.

Los tres centrocampistas blancos se lucieron en sus respectivos apartados, generando una posesión para el Madrid del 69% (favorecida también por la temprana expulsión de Freuler) desde la cual el equipo merengue acogotó al Atalanta hasta dar con el premio, cuando el partido ya agonizaba. Kroos dio un clínic sobre el pase: entregó el balón 139 veces, igualando su récord (ya lo había logrado ante el Malmoe en la 2015-16); 130 pases fueron buenos (el 93,5%), 105 en el campo contrario (96 buenos) y añadió a su repertorio buen despliegue defensivo, con siete recuperaciones.

Sin llegar a las cifras del alemán, Modric rozó la centena de pases (dio 99, 90 buenos), recuperó otros siete balones y entregó a Mendy el balón en la frontal que terminaría en el 0-1. Y Casemiro, el menos participativo de los tres (71 pases, 59 buenos), jugó oprimido por una amarilla en el 22’ que no debió ver (Zapata se tiró y el árbitro picó), pero le dio para ser el segundo mejor recuperador del equipo (9 balones, sólo por detrás de los 12 de Varane) y para rozar el que hubiese sido su séptimo gol del curso, al borde del descanso; Gollini tuvo fortuna y despejó con el pecho su cabezazo a quemarropa.

Fue la enésima demostración de que el relevo en la medular blanca llegará cuando lo dicte el rendimiento, pero no la edad: entre los tres suman 95 años (Modric tiene 35, Kroos 31 y Casemiro 29). El caso de Modric era el más acuciante en este sentido; el croata termina contrato este año y la idea del Madrid era que lo finalizase y darle una despedida con honores, pero sus actuaciones han revocado los planes hasta el punto de que ya hay acuerdo, pendiente de oficialización, para que juegue una temporada más de blanco. Modric se puso en manos del especialista en preparación física y alimentación Vlatko Vucetik hace más de cinco años, con vistas al Mundial de Rusia, y los resultados están a la vista: mejor jugador de la cita mundialista y Balón de Oro 2018, este curso es el sexto jugador con más minutos de la plantilla (2.333’); Casemiro es el tercero (2.446’) y Kroos, el séptimo (2.291’).

Ni Valverde, ni Odegaard

Pese a las alegrías cosechadas en el pasado (los tres juntos han sido pieza clave en tres Champions consecutivas, dos Ligas, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa y dos Supercopas de España), Zidane arrancó la temporada con la idea de ir renovando la media, sobre todo dotando de papeles protagósnicos a Fede Valverde y Odegaard. Las repetidas lesiones del uruguayo y la impaciencia del noruego, ahora cedido en el Arsenal, modificaron el plan: Casemiro, Kroos y Modric han sido titulares en 13 de los últimos 19 encuentros, propiciando las mejores rachas del Madrid (seis victorias seguidas en diciembre de 2020 y las cinco últimas, tendencia aún en construcción).

Y la aportación de los tres no se circunscribe sólo a lo que dice el manual del centrocampista (corta, recupera, pasa, circula…); a todo ellos añaden 12 asistencias (siete de Kroos, tres de Modric y dos de Casemiro) y hasta 12 goles (a los seis del brasileño se suman cuatro del croata y dos del alemán). Ellos tres marcaron el 21% de los tantos del Madrid este curso (56 en total), la ayuda imprescindible para un equipo que sufre en la finalización desde la marcha de Cristiano a la Juventus.

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