El Nápoles tumba a la Juventus y resucita
Los azzurri, con un partido de sufrimiento, batieron 1-0 a la Vecchia Signora y salvaron el banquillo de Gattuso. Insigne realizó el tanto decisivo.
Pirlo dejó fuera a Kulusevski, saliendo de inicio con Morata al lado de Cristiano y renunciando a McKennie en la medular, con Bernardeschi y Chiesa en las bandas. Los sureños llegaron a la cita en condiciones sencillamente desesperadas. Tras la eliminación copera con la Atalanta (séptima derrota en dos meses), el conjunto sabía que otro traspié le habría costado el banquillo a Gattuso. El técnico, además, tuvo que lidiar con una catarata de ausencias (Koulibaly, Manolas, Demme, Mertens, Ghoulam, Hysaj), a la que se sumó la del portero Ospina en el calentamiento.
Los napolitanos pidieron dos penaltis, ambos de Chiellini: uno por un toque con el brazo, otro por un manotazo a Rrhamani. En el primer caso, el VAR dijo que se podía seguir; en el segundo, llamó al árbitro para revisar las imágenes, y el trencilla concedió la pena máxima.
La segunda parte fue un monólogo bianconero. El Nápoles se quedó sin energías y le dejó el balón a sus rivales, agarrándose a los paradones de Meret (varios de los cuales ante Cristiano), y a la gran actuación de los criticadísimos, hasta ahora, Rrahmani y Maksimovic. La Juve mereció empatar, pero no tuvo suerte ni puntería y sumó su cuarta derrota en este curso. Gattuso, al que sus jugadores abrazaron rabiosamente en el pitido final, salvó su banquillo.