El Congreso de EEUU expulsó de las comisiones a una legisladora republicana que apoyó teorías conspirativas y realizó comentarios xenófobos y antisemitas
Además de ser una defensora de las conspiraciones de fraude electoral contra el ex presidente Donald Trump, Marjorie Taylor Greene llegó a plantear la necesidad de asesinar a ex altos cargos,como Barack Obama
Los demócratas necesitaban una mayoría simple en la votación de este jueves para apartar a Greene de los puestos que ocupaba en el Comité de Educación y Trabajo y del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes. Cuentan con suficientes legisladores para obtenerla por su cuenta, pero en este caso contaron con el apoyo de 11 republicanos.
Marjorie Taylor Greene, congresista de 46 años por el estado de Georgia, es una defensora de las conspiraciones de fraude electoral contra el ex presidente Donald Trump, y ha llegado a plantear la necesidad de asesinar a ex altos cargos, como el ex presidente Barack Obama. Además, en su discurso predominan posturas cargadas de xenofobia y antisemitismo.
También había dicho que un tiroteo fatal en una escuela de Florida en 2018 había sido inventado para endurecer la legislación sobre las armas de fuego, a lo que ella se opone firmemente, y puso en duda el hecho de que un avión se estrellara contra el Pentágono en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Durante su campaña, la republicana dio entidad a QAnon, un movimiento de extrema derecha que gira alrededor de la teoría conspirativa de que Donald Trump lleva adelante una guerra secreta contra una secta mundial de pedófilos satánicos.
Este jueves, antes de la votación, Marjorie Taylor Greene expresó remordimiento por algunas de sus acciones. “Me convencí cosas que no eran verdaderas (...) Y lamento absolutamente eso”, dijo frente a los congresistas, afirmando haber dejado de creer en las teorías conspirativas antes de ser candidata. “Son palabras del pasado”, subrayó.
Por su parte, el líder republicano de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, había informado el miércoles que no tomaría medidas contra Greene. McCarthy adoptó así una postura opuesta a su homólogo en el Senado estadounidense, el líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, y un cada vez mayor número de miembros del partido que solicitan que la formación aparte a las voces que todavía defienden un supuesto fraude electoral, en el que el ex presidente Donald Trump habría ganado las elecciones presidenciales.
Ante la negativa de McCarthy de adoptar medidas, el líder de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, informó a través de Twitter que habló con su contraparte republicana y concluyó que no había “alternativa a realizar una votación en el pleno sobre la resolución para remover a la representante Greene de sus asignaciones en el comité”.
El líder republicano se reunió este martes con Greene, que ocupa por primera vez un escaño en el Congreso y le “dejó en claro que como miembro del Congreso tiene la responsabilidad de mantenerse en un estándar más alto que la forma en que ella se presenta como ciudadana privada”, informó la cadena de televisión NBC News.
En este sentido, McCarthy condena las declaraciones incendiarias que ha hecho a lo largo de los años Greene, antes de ocupar el cargo, aunque considera que los demócratas estaban “subiendo la temperatura” con su intención de expulsarla de los comités de los que forma parte.
La respuesta de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a la decisión de McCarthy ha sido criticar su “negativa cobarde de actuar” contra Greene, a quien Pelosi ha descrito como una “antisemita y una asociada de QAnon”.