Del disgusto de Bucarest al reto: la hazaña que le falta al Atlético

El equipo rojiblanco nunca ha pasado en Europa tras perder la ida como local. El vestuario está convencido de que la eliminatoria está aún muy abierta y llegará a la vuelta en mejor situación.

Jesús Colino
As
Tras el varapalo de Bucarest, toca buscar motivos para el optimismo. Los jugadores del Atlético salieron dolidos del 0-1 ante el Chelsea, pero los primeros mensajes públicos no eran los de un equipo hundido y desesperado. “Siempre solemos levantarnos y nos levantaremos”, lanzó esperanzado Koke. Los rojiblancos apostaron fuerte por la baza de no encajar y la chilena de Giroud cambia el plan: en Londres sólo vale ganar. Está difícil, pero no hace falta un triunfo al filo de lo imposible. El 0-1 les manda a la prórroga y cualquier otra victoria da el pase. Eso sí, el Atleti juega contra el Chelsea y contra la historia: nunca antes ha pasado en Europa después de perder la ida en casa. Otro gran reto para Simeone y los suyos.

Oblak, otro de los capitanes, da una de las claves para recomponerse: “Es momento de demostrar que somos un equipo fuerte y unido. Este grupo lo es. Somos unos compañeros que nos apoyamos, no reprochamos y vamos a salir de ésta”. El equipo está afectado por la racha de resultados (un triunfo en cinco partidos), pero sin caer en el alarmismo. “Somos los mismos que logramos buenas rachas antes”, defiende Koke.

La visita al Villarreal (domingo, 21:00) será importante para disipar dudas en el vestuario y en el entorno. El momento es complicado, pero hay aspectos positivos que extraer de todos los encuentros. “Ahora hay que buscar la tranquilidad para convivir con el momento del equipo”, explicaba Simeone de cara al futuro, apostando por “trabajar, trabajar y trabajar” para volver a celebrar triunfos e insistiendo una y otra vez en que confía en su gente.

A recuperar efectivos: Trippier, Carrasco, Herrera...

Porque otra de las claves de la cita de Stamford Bridge (17 de marzo, tres semanas quedan) será cómo esté la plantilla en ese momento. El bache ha coincidido con una sucesión de bajas por lesiones y coronavirus que tienen al equipo mermado. El runrún en la casa rojiblanca es que con Trippier, Carrasco y Giménez esto será otra cosa. No sólo por lo que ellos puedan aportar, sino porque su presencia permite a la vez lucir más a compañeros como Lemar y Llorente y multiplica las variantes desde el banquillo.

Por todo esto y, sobre todo, porque el Atlético es líder en Liga y se siente vivo en Champions, desde el vestuario huyen de la palabra crisis. Sí hay que mejorar, sí hay que corregir, pero confiando en la base que tan bien ha funcionado hasta este febrero gris oscuro. “He visto un vestuario convencido de mejorar”, confesaba Oblak tras el 0-1. La conjura de la remontada empezó ya en Bucarest. Pero primero, por supuesto, Villarreal.


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