¿Cómo se enteró Román de su problema cardíaco?
Había llegado para cumplir el sueño de su vida. Acompañado por Jorge Bermúdez, uno de los referentes del club y de su país, Andrés Román entró al Centro Médico Genea con la ilusión de poner la firma por tres años y convertirse en el segundo refuerzo de Boca. Sin embargo, ahí mismo, en uno de los primeros estudios, todo comenzó a convertirse en pesadilla: por un problema cardíaco severo, el Xeneize finalmente desistió de contratarlo y su pase se cayó. Fue media hora antes de que fuera presentado en la Bombonera. De no creer.
El jugador se enteró de que algo grave tenía en su corazón bien temprano a la mañana, en uno de los primeros estudios que se realizó para poder convertirse en refuerzo xeneize. En ningún momento estuvo ajeno a lo que había saltado en la revisión de rutina y por eso, cuando salió del centro médico ubicado en San Telmo acompañado justamente por el Patrón, hombre fuerte del Consejo, y su representante, el colombiano ya sabía que su pase a Boca corría peligro.
A partir de ahí, el club siguió todos los pasos lógicos y recomendables en situaciones así. Los estudios y esa alerta cardíaca viajaron directamente a las oficinas del club en la Bombonera. Allí, Guilermo Brotman, el director del departamento médico xeneize, realizó una Junta Médica que también tuvo al doctor del plantel, Rubén Argemi. Y se decidió volver a estudiar al jugador, ya con resonancia magnética cardíaca, también en el Centro Médico Genea, que confirmó el diagnóstico de Román: una miocardiopatía hipertrófica, que es la mayor causa de muerte súbita.
Allí, entonces, empezó a tomar forma la resolución final. Hubo una reunión con los integrantes del Consejo de fútbol y con el presidente del club, Jorge Ameal, y la recomendación médica fue contundente: en esas condiciones, Boca no podía comprar al jugador. Sobre todo, porque lo que estaba en juego también era su salud y su carrera deportiva, nada menos. De hecho, pese al durísimo impacto de la noticia, este estudio que le realizó el Xeneize seguramente pudo haberle salvado la vida.
El lateral de 25 años, antes de ingresar al Centro Médico donde le diagnosticaron la miocardiopatía hipertrófica.
A partir de ese momento, llegó la comunicación final para el lateral, que esperaba en las oficinas del club la resolución de Boca. Y al enterarse, claro, Román estalló en llanto. De hecho, hasta el propio presidente Ameal se acercó a consolarlo y puso el club a disposición para ayudarlo en lo que necesitara. Miguel Russo también se interiorizó de la situación y quedó muy conmovido con la noticia, ya que había hecho debutar al colombiano en Millonarios, en el 2017. Y fue a visitar al lateral al hotel donde estaba alojado.
Román, en definitiva, no será refuerzo Xeneize y volverá este viernes rumbo a Colombia. Boca iba a pagar cerca de un millón y medio por el 50% de su ficha y el lateral iba a firmar tres años de contrato.