Asensio se vuelve invisible
El balear no aprovecha el buen momento del Real Madrid: ni goles ni asistencias y sólo dos disparos a puerta en los últimos cinco encuentros.
Sin Benzema, lesionado y con el que Zizou no quiso correr ningún riesgo pensando en lo que viene, al técnico madridista sólo le quedaba la opción de Mariano para el puesto de delantero centro, además de otras posibilidad totalmente fuera de la ortodoxia, como alinear al castillista Hugo Duro en todos unos octavos de Champions, o un invento en el dibujo. La escasa predilección de Zidane por Mariano volvió a quedar en evidencia con su decisión: fue al banquillo y su puesto fue para Asensio, improvisado 'falso nueve', con Vinicius pululando a su alrededor. Pero el invento no terminó de salir y el balear se marchó a los 76 minutos tras otro partido discreto.
No era, en cualquier caso, la primera vez que Asensio se desenvolvía en el puesto. Ya lo probó ahí Zidane en el pasado y también Lopetegui en la Selección española, sobre todo en un partido decisivo ante Italia en el Bernabéu (3-0) en el que no marcó, pero dejó sensaciones de que el experimento podía rendir frutos. Ante la Atalanta, Asensio remató dos veces, pero sin apenas peligro y se mostró muy lejano del nivel que requería de él el Madrid, sin Benzema como luz que guiase el esquema ofensivo blanco.
De hecho, las buenas actuaciones que dejó Asensio hace semanas (contra el Athletic en la Supercopa, o su gol al Levante en Valdebebas) se han ido evaporando y el mallorquín cada vez se hace más invisible. No se ha subido al carro del equipo blanco, que acumula cinco victorias consecutivas en las que Asensio no ha tenido peso específico: cero goles, cero asistencias, dos remates a puerta, cinco tiros en total y apenas ocho regates completados en esos cinco encuentros para el ex del Mallorca.
Ante la Atalanta embocó dos remates entre palos; en los cuatro encuentros anteriores, ninguno. No puede achacarse a falta de continuidad, pues las múltiples bajas por lesión que sufre el Madrid le han convertido en indiscutible: lleva siete titularidades seguidas, aunque sólo ha completado los 90 minutos en un duelo de esos siete. Y sus estadísticas no logran despegar: dos goles y dos asistencias en casi 1.800 minutos, un bagaje corto para un futbolista en el que el club mantiene la fe, pero que no logra alcanzar la velocidad de crucero que Zidane necesita de él.
Zidane mantiene la fe en Asensio
Con todo, el técnico francés no duda en su confianza en Asensio, consciente de que a falta de inspiración aporta seguridad a un equipo que ha pasado por momentos de endeblez importantes esta temporada: su promedio de pases buenos es del 86%, tanto en todo el terreno de juego como sólo en el campo rival; aunque su falta de fe en su desborde le viene provocando perder casi nueve balones por encuentro, demasiados.
Pero Asensio sabe que lo tiene bien para recuperar su mejor nivel; por oportunidades no será, Zidane ha dejado claro que su tridente ideal esta temporada es el formado por el balear, Benzema y Hazard, cediendo al mallorquín la banda derecha, su posición predilecta. La próxima semana, con dos partidos fundamentales en la lucha por LaLiga para el Madrid (Real Sociedad y Atlético) surgen como oportunidades para que Asensio dé un vuelco a su situación.