El Atlético ganó 1-2 ante un Alavés que no se
rindió nunca, aunque jugó con uno menos media hora de encuentro.
Marcaron Llorente y el punta uruguayo. Sigue líder.
Marcos
Llorente marcó el primer gol del Atlético en este año. El pasado fue el
suyo, puesto que pasó a ser de un futbolista más a un jugador
determinante, con mucho peso en un club de primer nivel como el
rojiblanco. Y Marcos Llorente quiere empezar este año como acabó el
pasado. En Vitoria realizó una de sus cabalgadas, con posterior disparo a
la red. Tuvo suerte, puesto que Laguardia envenenó el tiro. Pero la
suerte hay que buscarla. Y una de las máximas de cualquier
entrenador de base es que el jugador intente el disparo. Así que Marcos
Llorente marcó en el feudo donde comenzó a destacar... como
centrocampista defensivo.
El Atlético se marchó al descanso por delante en el marcador. Sin
hacer florituras, porque el partido no lo permitió, pero estuvo serio,
concentrado, sin cometer errores. El Alavés no le permitió al Atlético
nada e intentó asfixiar a los rojiblancos en el medio, donde ni Koke ni
Lemar se sintieron cómodos. El encuentro fue de lucha, de presión, de
meter la pierna, de no dejarle ni un metro al rival. El Atlético atacó
más por la izquierda, con Carrasco dándole profundidad a su equipo. No
hizo mucho daño, pero por lo menos lo intentó. El Alavés penetró por la derecha, con Edgar. Tampoco hizo nada destacable, pero Hermoso sintió que no podía relajarse nunca.
El segundo tiempo comenzó con un Atlético teniendo la pelota,
consciente de que había conseguido lo más complicado. El encuentro se le
terminó de poner a favor en el minuto 60 con la expulsión de Laguardia,
quien cortó de raíz una penetración de Lemar. Martínez Munuera le
enseñó amarila, pero una vez consultado el VAR cambió de tarjeta y le
mostró la roja. El Alavés, que protestó la jugada, se quedó con un
jugador menos, otro hándicap para un encuentro que ya era de color
rojiblanco. Tuvieron ocasiones los de Simeone para marcar el segunto
tanto que le diera tranqulidad de cara al marcador. Carrasco y Suárez
pecaron de generosos al preferir dar un pase de la muerte antes que
marcar y el delantero uruguayo falló el 0-2 delante de Pacheco.
El Alavés movió el banquillo y a falta de quince minutos entraron
Joselu y Lucas. El conjunto vitoriano tuvo su mejor ocasión a balón
parado, en un remate de cabeza de Lejeune al palo, con Oblak ya batido.
El susto le metió el miedo en el cuerpo a un Atlético que permitió que
su rival llegase vivo al final del encuentro. El equipo madrileño se
rejaló y en una acción desafortunada llegó el tanto en propia puerta de
Felipe. No liquidó el encuentro el conjunto rojiblanco y sufrió mucho.
Cuando volvió a meterse en el partido llegó la jugada del 1-2, con
penetración de João Félix y pase al segundo palo para que Luis Suárez
marcara sin oposición. El uruguayo pierde mucho fuera del área,
pero dentro es mortal. Hay pocos como él. Los jugadores festejaron a lo
grande el gol, conscientes de la importancia de llevarse los tres
puntos.