Odegaard entierra una idea

Con la cesión al Arsenal del noruego, el Madrid, que vendió su retorno como fichaje estrella el pasado verano, da marcha atrás en su proyecto.

Marco Ruiz
As
Con la cesión de Odegaard al Arsenal se cierra un círculo muy peligroso para el Real Madrid. En primer lugar, ya son muchos los jugadores que no quieren estar en el proyecto. Antes que el noruego otro joven con mucha proyección, Ceballos, o Jovic e incluso Isco. Todos, hombres importantes en esa nueva estructura que estaba construyendo el Real Madrid para el futuro a más corto plazo. Y en ese sentido, Odegaard debía ser el nuevo atractivo. De hecho, el pasado verano se vendió como el gran fichaje de la entidad. Con el noruego se da marcha atrás, en realidad, a toda una idea.

El tema de Odegaard es especialmente preocupante por la connotación mediática. Al menos, más que por el efecto en la economía del club que pueda tener en estos tiempos de dura crisis por el coronavirus. En realidad, el noruego ha ido dando pasos... de estrella a estrellado. En el Madrid, claro, porque en el Arsenal espera rendir al mismo nivel que en la Real Sociedad. En ambos sitios jugará como media punta, por detrás de los delanteros y respaldado por los mediocentros. Una demarcación que en el Madrid no existe con Zidane.

El 23 de mayo de 2015 el Real Madrid exhibía orgulloso una noticia en su página web oficial: "Odegaard, el más joven en debutar con el Madrid en Liga". Lo había hecho al sustituir nada menos que a Cristiano Ronaldo en el minuto 57 ante el Getafe. El centrocampista logró ese récord de precocidad con 16 años y 157 días. Desde entonces Odegaard ha sido la eterna promesa. Desde entonces en el club se está esperando que explote, creyendo que él será el relevo natural de Modric.

El Madrid había fichado a Odegaard en enero de 2015 desde el Stromsgodset a cambio de 2,3 millones que podían llegar a ser 3,4 en función de variables. Pero cinco años y medio después sólo ha podido jugar 11 partidos con la camiseta blanca (0 goles). El resto, cesiones a equipos holandeses en los que, ya en el fútbol profesional, no conseguía despuntar: dos temporadas en el Heerenven (43 partidos y tres goles) y otra en el Vitesse (39 y 11 tantos) no le sirvieron para encontrar hueco con Zidane en la primera etapa del francés. Sólo brilló en la Real (36 partidos y 7 goles). Pero tampoco convence a Zidane. Ahora, con Arteta, el noruego espera poder cambiar su suerte para el retorno del próximo verano.


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