Messi se prueba, pero apunta al banquillo en la final
El argentino se probó con normalidad, pero los médicos son cautos: las pruebas confirmaron una elongación en el bíceps femoral izquierdo, según pudo saber AS.
Pero es una final y Messi quiere estar. Por eso ha decidido dar un paso adelante y probarse en la sesión previa del encuentro. Pese a que las pruebas que se ha sometido estos últimos días, entre ellas una resonancia magnética el viernes, han constatado que tiene una elongación en el bíceps femoral de la pierna izquierda, según ha podido saber AS de fuentes del club. Una lesión que, en condiciones normales, le dejaría unos diez días fuera de los terrenos de juego, pero que Messi quiere recortar en poco más de cinco, si finalmente juega la final.
Una opción que se está valorando en el vestuario es que Messi empiece el partido en el banquillo y que salga al campo según se desarrolle el partido. A día de hoy, es la postura que está ganando más enteros. En cualquier caso, será el propio Messi quien tenga la última palabra, como reconoció el propio Ronald Koeman, y no será hasta después de la sesión de activación de mañana cuando se reúna con los médicos y técnicos para consensuar una decisión definitiva.
Quien sí ya está totalmente recuperado, y se ejercitó con plena normalidad, es Sergiño Dest. El defensa, que sufrió un golpe en el partido ante el Granada que le impidió jugar en la semifinal de la Supercopa ante la Real Sociedad, estará en el once de gala ante el Athletic.