Messi aún no está descartado para la final de la Supercopa

El delantero tuvo una reunión de media hora con los médicos para hablar lde su lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Es "seria duda" para el encuentro.

Javier Miguel
As
"Si no fuera una final, seguramente nadie se plantearía que Leo jugara el domingo". Así de claro se muestran dentro del vestuario cuando se pregunta por el estado de Leo Messi. El jugador tuvo una reunión de media hora en la Ciutat Esportiva para conocer cuáles son sus posibilidades de recuperarse de una lesión de pequeño alcance en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Algunas fuentes apuntaban a una elongación, lesión que en condiciones normales supondría unos diez días fuera de los terrenos de juego.

Sin embargo, Messi aún no ha tirado la toalla, y menos al tratarse de una final y ante la posibilidad de levantar un título. El delantero tiene previsto entrar en la convocatoria este viernes y viajar con la expedición a Sevilla con el reto de hacer una última prueba el mismo día del partido, en la sesión de activación, para comprobar sus sensaciones. Si son positivas, el jugador podría hasta entrar en el once.

En cualquier caso, en el seno del club son a día de hoy  pesimistas, al tratarse de un músculo -los isquiotibiales- que tiene un alto índice recaídas. De ahí, que en los servicios médicos son más partidarios de no forzar al jugador para evitar males mayores, etiquetando al jugador como "seria duda" para el partido del domingo.

La decisión final se tomará unas horas antes del partido, en una reunión entre los técnicos, médicos y jugador, aunque la última palabra la tendrá este último.

Desgraciadamente, el club sigue demostrando una falta de transparencia lamentable en todo lo que rodea a Messi y sus lesiones. Escondió durante unas semanas una supuesta dolencia en el tobillo derecho sufrida en Pucela, pero cuando se acusó al jugador por no estar presente en el último partido del año pasado, ante el Eibar, se apremiaron en hacer un parte médico.

Posteriormente, el jugador sufrió unas molestias en la parte posterior del muslo izquierdo en Granada, necesitando el cambio, pero el club lo ocultó. Dos días después notó un pinchazo durante el entrenamiento, y el club siguió sin dar ningún tipo de información. Al día siguiente no participó en la sesión de activación, pero se siguió con la 'ley del silencio'. Tampoco comunicó nada cuando no jugó el partido ante la Real Sociedad, saltando al final de la convocatoria, viendo el partido desde la grada y luciendo un aparatoso vendaje en la pierna izquierda. Y este jueves el club sigue sin ofrecer ningún comunicado oficial sobre la dolencia del argentino.


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