Li-Meng Yan, la viróloga huida de China, que contó su propia versión sobre cómo surgió el virus

La experta fue entrevistada en exclusiva por Iker Jiménez el pasado mes de octubre en su programa 'Horizonte. Informe COVID'.

As.com
Li-Meng Yan es una viróloga que saltó al foco mediático debido a sus afirmaciones sobre la creación del coronavirus y su relación con el Gobierno chino. Por ello, tuvo que huir del gigante asiático y se refugió en Estados Unidos, donde permanece en paradero desconocido.

Iker Jiménez consiguió entrevistarla en exclusiva el pasado mes de octubre para su programa semanal 'Horizonte. Informe COVID'. Durante su aparición en dicho especial, afirmó que la enfermedad nació en un laboratorio: "Por el análisis del genoma, sé con certeza que se trata de un virus basado en el murciélago. Con seguridad, esto no procede de la naturaleza".

"Cuando aparece un nuevo virus, hay dos posibilidades: o viene de la naturaleza, o está hecho por el hombre. En este caso, se explicó que venía de un murciélago. Pero ¿cómo se las arreglaron para decirnos eso? Reuniendo una gran cantidad de pruebas publicadas en Nature o The Lancet", explicó la experta.

Laboratorio militar de China

Pero para Meng Yan, "encontraron el virus de un murciélago, que es como un 'abuelo' de la COVID-19. De ahí al actual coronavirus, había algunas especies animales en medio. Saltó de uno a otro y generó una nueva variante y lo calificaron como un virus pendiente. Quisieron creer que se había creado en la naturaleza y saltando a un humano que contrajo la infección. Eso puede suceder, pero le digo a la gente que desde enero hasta ahora, se ha seguido una ruta sintética utilizando un coronavirus de murciélago como plantilla para manipularlo. Llegué a esas pruebas por lógica y analicé el genoma en mi segundo informe. Sólo así acabaremos con el encubrimiento. El supuesto origen natural no se sostiene. Sin embargo, desde la perspectiva del diseño humano, entre 2017 y 2018, ya había publicaciones de un laboratorio militar de China".

La viróloga dio más detalles sobre su creación: "Allí descubrieron y registraron un coronavirus de murciélago llamado ZC45 y otro similar, el ZXC-21. Estos dos son la columna vertebral del nuevo coronavirus. Basándose en el de murciélago, crearon un nuevo patógeno. Con los datos que manejo, el más cercano es igual en un 90%. Este virus es como un Frankenstein. El virus está adaptado al ser humano y fue liberado en Wuhan para ponernos en la diana. Todo es fruto de un procedimiento. Así que yendo al origen, el genoma revela quién lo ha hecho, quién tiene la base, etc. y todo puede realizarse en apenas seis meses en un laboratorio".

Arma biológica

Además, manifestó dónde se fabricó este virus: "Lo que puedo decir es que fue liberado a propósito. La gente siempre quiere que explique esa conclusión. En primer lugar, tienen habilidades bien desarrolladas. Una parte del mundo científico, se involucró para las pruebas falsas del RAGT13 trabajando junto a gente de la OMS. Eso no lo hace sólo un laboratorio. En los de más alto nivel, hay protocolos muy estrictos. Ningún ser vivo, salvo los seres humanos, puede salir de esos recintos. No hay forma humana de que el virus haya escapado por accidente. Quizá pueda ocurrir en laboratorios comunes, pero China no es tan idiota. Es una gestión a nivel armamentístico".

Así, insistió en la peligrosidad que entraña el coronavirus: "Es un arma biológica novedosa y sin restricciones. Está definido por la Academia de Ciencias Militares de China. Ese tipo de armamento tiene características para matar a gran escala. Se contagia a través del aire y del sistema respiratorio y la transmisión entre humanos es muy importante. Otro aspecto importante es la resistencia al medioambiente, ya que es estable en varios entornos. Si analiza eso, el SARS-CoV-2, es una combinación perfecta. La situación empeora más porque los asintomáticos lo expanden contagiando a gente de su alrededor y paraliza el mundo. Por esa razón, es tan terrible y lo llamamos arma biológica sin restricciones".

La relación China-OMS

La investigadora dio su versión sobre cómo comunica el Gobierno chino los contagios: "Puedo decirles que cero casos en China de COVID-19 significa que hay cero personas diagnosticadas de COVID-19 por el Gobierno. ¿Entienden la diferencia?"

"Ahora en China tienen mil maneras de eliminar casos de la lista de diagnósticos oficiales. Desde el principio, se negaron a dar cifras. Mantienen al paciente en el hospital y lo aíslan de otros enfermos, pero si el CDC no te devuelve tus análisis, el hospital no puede hacer nada y la gente fallece después de un tiempo", agregó.

También explicó la relación existente entre la OMS y las autoridades chinas: "Los líderes de la OMS, el doctor Tedros Adhanom y María Van Kerkhove, responsable de la gestión de la pandemia, tienen en realidad una conexión muy estrecha con mi laboratorio, con el profesor Malik Peiris, de Hong Kong, y por supuesto, con el Partido Comunista Chino (PCC). Eso es así porque el laboratorio de mi ciudad natal es básicamente un puente, muy oculto, cubierto bajo un halo científico que trabaja con el PCC para colaborar con este tipo de organizaciones internacionales".

Según Meng Yang, "no enviaron ayuda desde el principio porque durante mucho tiempo trabajaron con el PCC y saben cómo se comportan. Además, todos saben también que el Gobierno de China te advierte para que digas ciertas cosas, pero no otras. Si recordamos lo que dijeron al mundo, que no había necesidad de usar mascarilla, que no había evidencia de transmisión entre humanos o incluso que China no podría controlar la expansión porque no podrían aislar a la gente. Luego cancelaron todo el ensayo clínico de la hidroxicloroquina, basándose sólo en un documento con datos falsos, que más tarde fue retirado. Dicho así, todo parece muy irresponsable de cara a la salud global, pero en realidad se vuelve muy responsable una vez que sabes que trabajan con el PCC".


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