Jaque al Madrid desde Anfield
El Liverpool se ha convertido en el gran rival del mercado para el club blanco. Van a por Mbappé y Alaba, objetivos estratégicos en Chamartín. Las armas: Klopp y el dinero de Nike...
La multinacional de Oregón logró en verano arrebatarle la esponsorización del Liverpool a New Balance en un pleito que acabó con el club británico justificando en el juicio el cambio a Nike "por su impacto global". En ese acuerdo multinanual, el Liverpool pasa a recibir 35 millones de euros fijos y el resto en bonus, entre ellos la joya de la corona: el 20% de los beneficios de cada camiseta vendida. Ahí entra el potencial de Mbappé, deportista patrocinado por Nike y que acaba de unir sus fuerzas con otro astro de la casa, Lebron James... a su vez accionista minoritario del Liverpool. Unan la línea de puntos.
En su nuevo contrato con Nike, el Liverpool recibe el 20% de cada camiseta vendida. Mbappé se pagaría solo...
De esa manera, el propio Mbappé contribuiría a pagar su nuevo sueldo, que como mínimo doblará los 20,2M€ netos que cobra actualmente en el PSG. Y tendría a Klopp al mando, con el que el atacante parisino ha mostrado simpatía recíproca y un entrenador capaz de exprimir su mejor fútbol con el estilo vertiginoso de este Liverpool. Una buena manera de no echar de menos a Salah si finalmente el egipcio fuerza un traspaso como insinuó en AS.
Alaba, un alivio para Van Dijk
Klopp está devanándose los sesos en reforzar la otra punta del campo y ahí es donde entra Alaba. Como al Madrid, le viene bien su polivalencia (podría ayudar también si Robertson falta en la banda izquierda) y está por ver cómo regresan de sus graves lesiones de rodilla tanto Van Dijk, su líder supremo en asuntos defensivos, como Joe Gómez. La comunicación entre el entrenador alemán y Alaba, austriaco, no podría ser más sencilla. The Guardian asegura que en este fichaje, el Madrid también está por delante. Pero este Liverpool ha dejado de ser un segundón y está esperando un golpe de efecto en forma de contrataciones ganándole el pulso a gigantes europeos para terminar de dejarlo claro.