Israel ya atisba la normalidad

 El país asiático ha vacunado a 49,1 personas por cada 100 habitantes, mientras que más de 1,2 millones de israelíes han completado el proceso de vacunación.

Ana Beatriz Micó
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Israel se ha convertido en el centro de todas las miradas gracias a su campaña de vacunación contra la COVID-19, considerada una de las más eficientes del mundo. Según los datos actualizados del portal Our World in Data, el país asiático, de unos nueve millones de habitantes, ha vacunado a 49,1 personas por cada 100 habientes con al menos la primera dosis. Por su parte, más de 1,2 millones de israelíes han completado el proceso de vacunación. De esta forma, Israel se posiciona como líder en porcentaje de población vacunada, seguido por Emiratos Árabes y Reino Unido.

Según las previsiones de uno de los principales virólogos del país, Eran Segal, siguiendo el actual ritmo podrían acabar con el virus en el mes de marzo, con tasas de vacunación del 70% en Tel Aviv, 45% en Jerusalén y 37% en Nazaret.

Claves para lograr una campaña tan veloz

Muchos se preguntan cómo Israel ha podido alcanzar esta velocidad de crucero tan pronto cuando tantos lugares del mundo están sufriendo importantes retrasos en sus campañas de vacunación. Su robusto sistema sanitario, con capacidad para recibir y administrar las dosis necesarias, y su eficiente red con más de 400 puntos de vacunación en todo el país son algunas de las claves. Pero esto no es suficiente. También influye de manera determinante el hecho de que Pfizer esté abasteciendo a Israel de vacunas con mayor fluidez que a otros lugares.

Esto se debe a que el país paga a la farmacéutica mucho más que Europa. La televisión pública reveló hace dos semanas que Israel invierte 39 euros por persona en la campaña de vacunación y la mayoría del suministro viene de la farmacéutica Pfizer. Al necesitar cada persona dos dosis para inmunizarse, paga cada inyección a unos 19,5 euros. Esto sería casi el doble del precio que acordó la Unión Europa con Pfizer: 12 euros por dosis, según los datos que publicó una política belga a finales de 2020 en Twitter.

Otro motivo para este mayor abastecimiento es que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ofreció convertir a su país en el banco de pruebas para analizar la eficacia del fármaco elaborado por Pfizer. “Israel podría servir como un laboratorio mundial de inmunidad colectiva”, reconoció públicamente este miércoles durante una intervención virtual en el Foro Económico Mundial en Davos. “Lo importante no es lo que hemos hecho por Israel, sino que Israel puede servir como un caso de prueba global”, insistió.

Críticas por discriminación

Pese a su buen funcionamiento, la campaña de vacunación no ha estado exentas de críticas. Según recoge la BBC, casi cinco millones de palestinos en los territorios ocupados y en la Franja de Gaza permanecían excluidos. Como consecuencia, numerosas organizaciones, como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, han solicitado a Israel que extienda su programa de vacunación a la población palestina a estos territorios para proteger a toda la población del país, como obligan las convenciones internacionales con respecto a un poder ocupante. Se han sumado a este llamamiento varios legisladores demócratas de Estados Unidos.

Por su parte, el ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein, alegó que la primera responsabilidad del Gobierna es con los ciudadanos de Israel. Así, aunque reconoció que el Ejecutivo tiene “interés” en vacunar a los palestinos en los territorios ocupados, pero no tiene la “obligación legal” de hacerlo.

Se mantiene el confinamiento domiciliario

A pesar del elevado porcentaje de vacunación, Israel mantiene el confinamiento domiciliario de todo el país que impuso en diciembre, mientras que el domingo anunció el cierre de su único aeropuerto internacional, al menos hasta final de mes, para frenar la propagación en el país de las nuevas variantes. En las últimas semanas, el número de nuevos casos se establecía en los 9.000 diarios, aunque en las últimas jornadas se ha reducido a 7.000.

Según el director general del Ministerio de salud israelí, Chezi Levy, cumplir las medidas es clave para controlar el virus: “Si no aprendemos a cumplir la normativa establecida, no vamos a ganarle a la enfermedad. Con la vacuna no alcanza”. No obstante, la administración del fármaco sí ayudará a conseguir cuanto antes la normalidad que comienza a vislumbrarse.

Alta eficacia de la primera dosis

Además, hay algo que incita al optimismo: los esperanzadores resultados sobre la inmunidad que genera la vacuna de Pfizer/BioNTech, que podría estar demostrando una eficacia superior a lo que se esperaba. Solo el 0.014% de los vacunados en Israel contrajo el virus más de una semana después de recibir la segunda dosis, cuando se consigue la inmunidad completa, informó el pasado martes el ministro de Sanidad, Yuli Edelstein. Estos datos corresponden a una muestra de 428.000 habitantes vacunados.

Además, varios estudios revelaban un descenso de los contagios tras la primera dosis. El desarrollado por Clalit Health Services, organización perteneciente al sistema de salud de Israel, ya descubrió que, 14 días después de recibir la primera dosis, el porcentaje de individuos infectados era un 33% menor entre los sujetos del primer grupo. Por su parte, los resultados obtenidos por otro organismo oficial de Israel, el Maccabi Healthcare Services, eran más prometedores, pues mostraron que el descenso de los contagios era de un 60% dos semanas después de aplicarse la primera dosis. No obstante, estos datos están en las primeras fases, por lo que deben interpretarse con cautela.

Cataluña corrobora la eficacia de la primera dosis

En España también estamos siendo testigos de la eficacia que tiene la primera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech. Los primeros datos ofrecidos por la Generalitat de Cataluña han demostrado que puede reducir el contagio a menos de la mitad en comparación con quienes aún no se han vacunado. “Empezamos a notar el efecto de la vacunación en las residencias. Es algo muy importante porque nos ayudará al control de la situación”, destacó este miércoles en El País, la subdirectora general de Promoción de la Salud de la Generalitat, Carmen Cabezas.

En concreto, los beneficios de la primera dosis comienzan a notarse “a los 10 días” de su administración y son más evidentes a partir del duodécimo. Asimismo, Cabezas destacó la importancia de esta protección anticipada en plena lucha contra la tercera ola, ya que normalmente, no es “hasta dos semanas después de la segunda dosis cuando se obtiene la máxima efectividad de la vacuna”.

Estos buenos datos se suman a la seguridad que ha demostrado el fármaco, pues el primer informe de farmacovigilancia publicado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps), ha revelado que las primeras 651.500 dosis administradas en España causaron 374 (un 0,06%) “acontecimientos adversos”, casi todos ellos leves (fiebre, mareos, diarrea...). Solo en cuatro ocasiones el episodio fue grave y, como ha ocurrido en otros países, fue debido a reacciones alérgicas.

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