HASTA SIEMPRE ENTRAÑABLE “CHECHI NOGALES”

Angélica Lazarte Lizárraga 

Directora de Prensa ATB

Ha partido uno de los periodistas más grandes de Bolivia. Hablo de esa grandeza que  viene de la mano de la calidad profesional;  pero fundamentalmente de la ética, la honestidad, el compromiso, la bondad y  la búsqueda incansable de la verdad.


José Nogales Nogales  fue fundamentalmente un hombre bueno. Lo conocí cuando yo tenía tan solo 22 años. Acababa de culminar la carrera de Comunicación en la UCB de La Paz  y retorné a Cochabamba buscando una oportunidad para ejercer el periodismo. Tuve la fortuna de ser “reclutada” por el “Gran Chechi” en un proyecto periodístico de televisión denominado JNN Noticias que se emitía en Canal 11 TVU.

Tengo el orgullo de decir que  José Nogales Nogales fue mi jefe y mi maestro. Trabajar con él fue un privilegio y un honor. Llegué impresionada e intimidada, porque iba a trabajar con uno de los periodistas más importantes del país.  Sabía que, el "Chechi", con tan solo 27 años , había sido acreditado para asistir al lanzamiento del cohete, en Cabo Cañaveral que llevaría a los astronautas a la Luna; sabía que había realizado la cobertura de  la muerte del mítico Ernesto Ché Guevara y que fue ganador del Premio Nacional de Periodismo (1991).

Abogado, periodista, docente y escritor;  autor del libro de cuentos “Escombros” y  del libro  “Che Guevara, un Rebelde con Causa", una obra que como bien describe en el prólogo el escritor Adolfo Cáceres Romero, "no es un libro más, en él “José Nogales Nogales comienza donde muchos terminan; comienza con los últimos instantes del Che”.

Haber conocido y trabajado bajo la dirección de José Nogales Nogales se inscribe entre las mejores cosechas de mi vida.  Encontré un periodista extraordinario, pero fundamentalmente un ser humano íntegro, noble,  ético, respetuoso  y convencido de que el periodismo es un servicio.  

Tener un jefe que te escuche, te explique y te enseñe con bondad, es un legado que queda en el corazón. Tener un jefe que  lleve a sus trabajadores a su casa para celebrar el Día del Periodista y la Navidad es hermoso porque te hacía sentir siempre en familia junto a su gran compañera la señora Dulia que era la mamá de todos nosotros.

La vida y sus vueltas hicieron que muchos años después, Gabriel Nogales, el hijo menor de mi maestro, terminara trabajando conmigo. Mi Gabo siempre tan alegre, genuino, bondadoso y transparente... te quiero con todo mi corazón, y estoy contigo y con tu familia en este momento tan doloroso.

Entrañable y eterno jefe José Nogales Nogales, tu partida me duele en el corazón. 

¡Nunca te olvidaré!

¡Gracias por todo amado maestro!

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