Esperpento del Atlético en Copa

Los rojiblancos caen eliminados ante un 2ºB en un partido en el que Simeone sentó a João en su plan para intentar remontar. Ricard dejó al equipo con diez.

F.J.Díaz
As
El Cornellà eliminó con total merecimiento de la Copa a un Atlético que cuajó un lamentable partido. La unidad B del equipo rojiblanco decepcionó. El Cholo dio la titularidad a jugadores menos habituales y no aprovecharon esa ocasión. Los Vitolo, João Félix, Saúl, Lodi... Penoso el rendimiento de los jugadores del Atlético. Todo lo contrario sucedió con un Cornellà que le puso fe, ganas... y a ratos buen fútbol. Lo hizo prácticamente todo bien. El año pasado el Atlético fue eliminado por la Cultural Leonesa en una noche de infausto recuerdo. Ahora ha sido apeado por un conjunto de Segunda B que puso toda la carne en el asador para ganar. Total, primer gran batacazo de un Atlético que ahora tendrá tiempo para pensar en el campeonato liguero.

El Cornellà entendió desde el inicio cómo jugar el partido: ningún regalo defensivo, presión alta a la salida de balón del Atlético y sin complicarse a la hora de iniciar la jugada. Si el equipo catalán podía armar una acción de ataque, adelante; de lo contrario, balones a Pablo Fernández, quien peleó todas las pelotas que le llegaron. El Cornellà, además, interrumpió con falta cualquier jugada en la que un rojiblanco logró zafarse de su rival. Sobre el papel, todo esto parece muy sencillo, pero hay que hacerlo. Y el conjunto de Segunda B lo hizo. Bien colocado, con fe, explotó todas sus virtudes y hurgó en las de un Atlético que salió al campo dormido. La acción del 1-0 puso de manifiesto todo lo comentado. Giménez se fió al intentar dejar salir un balón por la banda, reaccionó tarde y cometió falta. La misma fue ejecutada perfectamente por el Cornellà para que Adrián Jiménez adelantase a su equipo.

Lo bonito de la Copa es esto. En LaLiga parece muy poco probable que el Atlético cometa errores tan importantes y salga tan despistado al campo. El equipo del Cholo empezó a despertarse en el ecuador del primer tiempo, consciente de que o cambiaba o le resultaría muy complicado eliminar al Cornellà. Cierto es que cada vez que el Atlético logró hilvanar alguna jugada cerca del área creó peligro. Como también que tuvo ocasiones para haber empatado antes del descanso. João Félix le ganó la partida a los defensores rivales en una jugada de estrategia, pero su pase no lo acertó nadie a rematar; Saúl lanzó al palo y el posterior remate de Correa lo sacaron los jugadores del Cornellà casi en la línea de gol; y la más clara fue Felipe, quien de cabeza mandó rozando el palo cuando se cantaba el tanto.

Pero el Atlético no se sintió cómodo nunca y su rival también tuvo acercamientos serios para hacer el segundo gol. Rulo fue una pesadilla para la zaga rojiblanca con sus subidas por el lateral izquierdo y Estellés por el derecho y Agus Medina también hizo daño jugando como media punta.

El segundo tiempo comenzó con el Atlético con la posesión de balón pero sin crear mucho daño. Torreira pudo empatar a balón parado, en una falta directa. El encuentro se le empezó a complicar de verdad a los rojiblancos mediada la segunda parte con la expulsión de Ricard, quien con amarilla dejó el pie en la salida del portero local. Segunda amarilla y el canterano se fue a la calle. No es la primera vez que esos impulsos le han dado problemas al canterano. Savic se fue al árbitro para protestarle una acción anterior de Borja García a Correa que pudo ser la segunda amarilla del jugador del Cornellà. Llevaba razón. Con 1-0 y un jugador menos, Simeone introdujo casi a la desesperada a Saponjic, futbolista con el que nunca contó el técnico argentino.

La expulsión hizo daño al Atlético, que se movió entre el miedo a ser eliminado y las dudas sobre si ir al ataque o esperar a los minutos finales para lanzarse en busca del empate. A falta de veinte minutos prácticamente no había pasado nada destacable en ninguna de los dos áreas. Eso al Cornellà le daba igual y lo contrario sucedió con el Atlético.

El esperpento rojiblanco tuvo un episodio más con la retirada de João Félix del terreno de juego. El portugués nunca estuvo cómodo en el campo y el Cholo decidió retirarle del campo, quizá como toque de atención al delantero portugués, quien debe dar mucho más de sí. Su relevo en el campo, Mario Soriano, fue quien le puso más ganas y más verticalidad a su equipo. Estuvo cerca de empatar el Atlético, pero la suerte fue para el equipo que la buscó desde el inicio.

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