El 'huracán Sevilla' arrasa a un Valencia entregado
Un doblete de De Jong y una vaselina de dibujos animados de Rakitic sellan el pase a cuartos de los de Lopetegui en su partido más plácido del año
Los onces titulares fueron el primer termómetro para medir quién apostaba más por la Copa del Rey. Lopetegui introdujo tres cambios en la alineación que ya se recita de memoria en Sevilla. Gudelj, Munir y De Jong dieron descanso a Fernando, Ocampos y En Nesyri, el pichichi del equipo, respectivamente. Gracia, por su parte, apostó por una rotación mayor desde antes de viajar, puesto que dejó en casa a Guedes, además de a Correia, que forzó para llegar a tiempo pero que finalmente no estuvo disponible. Después, el técnico del Valencia optó por dejar en el banquillo a titulares como Doménech, Gayà, Carlos Soler o Maxi Gómez.
El Sevilla olió la sangre de su rival y se afanó en ampliar la ventaja en el marcador. No fue un acoso y derribo, por la presión se adelantó y el balón siempre rondó el área del Valencia. De Jong avisó con un disparo que se fue por poco antes de firmar su doblete goleador. El holandés tuvo el honor de poner la rúbrica a una jugada espectacular en la que el Sevilla salió desde Bono tocando la pelota y arriesgando pases hasta que desarboló al Valencia. El balón pasó por la práctica totalidad de los jugdores que vestían de blanco antes de terminar alojándose dentro de la portería de Rivero. Si el partido ya estaba cuesta arriba, los visitantes afrontaban ahora unas rampas dignas de puerto de montaña de categoría especial del Tour de Francia.
La segunda mitad no tuvo la más mínima historia, principalmente porque se jugó a ritmo de entrenamiento. No se firmó pacto de no agresión, puesto que si el Sevilla no amplió su ventaja fue porque ni Jordán ni Idrissi ni Munir tuvieron el punto de mira calibrado. Parecía que hasta sin querer podía crear peligro el Sevilla, mientras que el Valencia en ningún momento se creyó ni siquiera intentar hacer el gol del honor. Además, Gracia movió ficha antes que Lopetegui para dar descanso a sus titulares de cara a la próxima jornada liguera. Ahí estuvo la única mala noticia de la noche para el Sevilla, puesto que Jesús Navas se rompió cuando, probablemente, ya debía llevar algún tiempo descansando.
El carrusel de cambios no varió el ritmo cansino de una segunda parte que no debió interesar ni a los aficionados de ambos equipos. El Sevilla hizo los deberes por la vía rápida arrasando a un Valencia que debe preguntarse cómo se ha quedado a años luz de su rival en tan poco tiempo.