El Barça vuelve a ser el Barça

El equpo de Koeman golea con autoridad en Granada con dobletes de Griezmann y Messi. El argentino es pichichi y fue sustituido en el 65' con vistas a la Supercopa.

Santi Giménez
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Puede que sea tarde, pero el Barça vuelve a divertirse y ha decidido engancharse a LaLiga después de ganar contundentemente en Granada por 0-4 y sumar su cuarta victoria fuera de casa y completar una semana de nueve puntos con pleno absoluto. Y la mejor noticia para los culés es que lo logró con tres circunstancias a tener en cuenta: una defensa improvisada y peligrosa, con un Messi estelar y con Griezmann apuntándose a la causa.

Si los partidos del Barça son una lotería, el equipo blaugrana dobló la apuesta hacia el caos cuando las circunstancias obligaron a que cinco minutos antes de iniciarse el partido Umtiti tuviera que salir como titular a causa de la lesión de Araújo en el calentamiento. El francés jamás había sido titular este curso (su última aparición en un once inicial data de junio) y tras tres partidos sin jugar y habiendo disputado tan solo 20 minutos en los últimos seis partidos iba a formar el eje de la defensa al lado de Mingueza.

Que el Barça iba a jugar en el alambre quedó confirmado a los dos minutos, cuando Ter Stegen tuvo que lucirse ante un disparo de Puertas tras un error en defensa. El duelo no tenía dueño, el balón iba de un lado para otro con más errores que aciertos y de uno de esos errores se empezó a construir el triunfo blaugrana.

Soldado despejó mal un balón que habilitó a Griezmann, que estaba en fuera de juego de largo, para que el francés adelantara al equipo de Koeman. Una sensación nueva para los barcelonistas esta temporada.

Con el partido absolutamente loco y son un dominador, el equipo blaugrana aceptó el duelo de la ida y vuelta y sacó petróleo del cara a cara. Donde antes vivía del orden y el control, pasó a sacar rédito de la aventura.

En un contragolpe originado tras una mano de Busquets que el árbitro vio a un metro y no la consideró punible, Messi marcó el segundo con su típico disparo con la zurda y a tres minutos del descanso puso al equipo blaugrana 0-3 en el tercer disparo del Barça a portería al transformar una falta por bajo. El argentino marcaba así el gol que le coloca líder del Pichichi en solitario con once goles y rompía su maldición de 68 faltas sin marcar.

Diego Martínez quiso revolucionar el partido en la segunda parte con la entrada de tres jugadores: Luis Suarez, Milla y Vallejo tratando de encontrar un orden que equilibrara un duelo que en el caos se lo estaba llevando el Barça, pero con la duda de que el equipo de Koeman no se caracteriza precisamente por su regularidad.

Contra lo que dictaba la hoja de servicios del equipo de Koeman, el Barça salió a jugar con cabeza sabiendo gestionar la presión del Granada gracias a un De Jong que parece haber dado definitivamente un paso al frente y que encontró en Griezmann el estilete que necesitaba para cerrar el partido tras conectar con Dembélé en una jugada en la que hizo de ‘9’.

Tras el gol que suponía el 0-4, Koeman retiró a Messi y a De Jong pensando ya en la Supercopa. Un lujo que el técnico blaugrana no se había podido permitir desde que llegó al banquillo del Camp Nou.

Tan tranquilo estaba Koeman, que acabó el partido jugando con Riqui, Trincāo, Braithwaite y Pjanic para gestionar el resultado y retarles a que le demostraran que merecen más minutos.

La expulsión de Vallejo suavizó aún más el tramo final del partido de un Barça que superó la prueba de Granada y que se apunta a LaLiga con goles y sonrisas.

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