DAKAR | COCHES | ETAPA 12 'Monsieur Dakar' está de vuelta

Peterhansel gana tras cuatro años y se anota su 14º Dakar después de que Al Attiyah solo le recortara 40 segundos en una etapa que se llevó Sainz.

Víctor Serrano
As
Pilotos que han hecho historia en el Dakar hay muchos, entre ellos algunos españoles como Marc Coma, Carlos Sainz o Nani Roma. Pero leyenda solo hay una. Nadie, absolutamente nadie desde que en 1979 comenzase esta mágica carrera en el desierto, ha tenido tanto éxito y la ha ganado tantas veces como él. Un apodo como el suyo hay que ganárselo y no puede ser más merecido. Stéphane Peterhansel es 'Monsieur Dakar', y está de vuelta al lugar que le ha pertenecido en numerosas ocasiones, nada menos que catorce. Cuatro años después, vuelve a ganar.

Esta carrera acostumbra a ser justa con el que vence y esta edición no ha sido diferente, porque no ha habido nadie más fuerte que el galo de Mini. No ha sido quien más etapas ha ganado porque Al Attiyah se llevó cinco (seis si contamos el prólogo), pero a él le ha bastado con una. Porque su fortaleza no se cuenta por victorias de etapa, sino por su abrumadora regularidad. No quedó por debajo del Top 4 en ninguna especial, asaltó el liderato de la general el segundo día y ahí permaneció, inquebrantable, hasta el último.

Dio una lección magistral de cómo administrar una ventaja porque Nasser, que estuvo detrás de él desde la tercera etapa, nunca pudo acercarse a menos de cuatro minutos. El qatarí fue incapaz de hacer si quiera una grieta en el muro que construyó el francés entre ambos pese a darle todos los cabezazos posibles a golpe de victorias. Y no iba a ser menos al final. A él se presentó el francés con los pies bien clavados en su primera posición con 15 minutos de ventaja, y Al Attiyah no pudo moverle de ahí ni un centímetro: solo le recortó 40 segundos.

Eso sí, la resolución del vencedor se llevó a cabo en un segundo plano si hablamos de la etapa en sí porque ambos estuvieron en la estela de Sainz, que se dio una alegría llevándose la victoria para acabar este Dakar en el que tanto ha sufrido con la navegación y los pinchazos con algo que poder celebrar. Son tres triunfos parciales los que se apuntó el madrileño, más también que el campeón, que sin embargo no le servirán de consuelo porque él aspiraba a más, a mucho más, y esa diferencia de más de una hora con su compañero duele.

Por ritmo no ha sido, ya que cuando Lucas Cruz y él han librado los problemas siempre han estado ahí, en su lugar habitual entre los mejores. Pero hubo demasiados días malos, como también los tuvo Nani Roma con el BRX, pero su quinto puesto final los compensa, vuelve a estar arriba. Habrá que ver si le quedan ganas a Carlos de repetir experiencia con esa nueva filosofía del roadbook sobre la que tanto se ha hablado. Por ahora, solo le queda dar la mano a su compañero en Mini y felicitarle por hacer el mejor trabajo, como han hecho tantos y tantos en la historia del Dakar. Esa que pertenece más que a nadie, a 'Monsieur Dakar'.

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