Bajo la amenaza del virus, las nuevas estrategias: medidas relámpago y de un solo golpe para torcer el rumbo de la pandemia
Proteger a la mayor cantidad de personas posibles, en el menor tiempo que se pueda y aplicar las vacunas de dos dosis como una sola inyección: así son las recientes tácticas que buscan detener la disparada de casos de coronavirus en el mundo
Las estrategias de vacunación contra covid-19 difieren considerablemente entre los países. Algunos de ellos, incluidos Estados Unidos, Reino Unido o Israel, están apostando por “planes relámpagos” para alcanzar una cierta “normalidad” lo antes posible, mientras que el resto que comenzó a inyectar lo ha hecho casi de manera testimonial.
En la mira de todos los gobiernos, tanto Pfizer, Moderna como AstraZeneca , los 3 desarrollos más requeridos a nivel mundial, se resisten a las críticas que abundan por todas partes, insistiendo en que no habrá mayores problemas con los suministros de las vacunas.
Sin embargo, el mapa de la disputa para hacerse de candidatas se aceleró después de que el Reino Unido aprobara el uso del desarrollo de la Universidad de Oxford y AstraZeneca el miércoles pasado. Un producto efectivo, sencillo y de bajo costo, que en medio de una aceleración de contagios a nivel global, detonaron la carrera desesperada para inocular a 1,7 billones de personas durante 2021, un desafío sin antecedentes y que permitiría cambiar el rumbo de la pandemia.
Países con un “plan relámpago”
Hasta el momento el mayor postor es Estados Unidos, el país donde más personas han recibido un “golpe” hasta la fecha. Desde la aprobación el 12 de diciembre de la vacuna de Pfizer y BioNTech, el servicio de salud estadounidense ha vacunado con éxito a más de 2,1 millones de personas. El desarrollo de Moderna también ha recibido luz verde de las autoridades sanitarias. De acuerdo con datos del diario “New York Times”, a finales de diciembre se distribuyeron 11,4 millones de dosis de vacunas a nivel federal y local. Están reservados principalmente para el personal de salud y los ancianos que viven en residencias para adultos mayores, lo que representa alrededor de 24 millones de personas.
La Operación “Warp Speed”, puesta en marcha a mediados de mayo por el Presidente, Donald Trump, buscó abreviar los tiempos para el desarrollo de vacunas y medicamentos contra el covid-19, para su posterior utilización. Un plan de alta velocidad contra la pandemia que prometió continuar el jefe de Estado electo, Joe Biden, a principios de diciembre, inyectando a 100 millones de estadounidenses durante los primeros 100 días de su presidencia. Un deseo “ambicioso pero factible”, según Anthony Fauci, encargado del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas.
El Reino Unido también depende de la vacunación para salir del desborde de casos y una mutación que lo agrava todo. Es el primer país del mundo que ha aprobado oficialmente una vacuna contra el Covid, la de Pfizer y BioNTech, y hace días decidió hacer lo mismo con su desarrollo local de la Universidad de Oxford. El 8 de diciembre se inició una vasta campaña de vacunación y actualmente está en el podio de los países que inyectaron el mayor número de personas, alrededor de un millón.
En total, el gobierno ha pedido 357 millones de dosis a siete fabricantes, incluidos 100 millones solo de AstraZeneca. Quiere vacunar antes de la primavera del hemisferio norte a los nueve grupos de personas que corren mayor riesgo de sufrir Covid, comenzando por los ancianos que viven en instituciones para mayores y el personal sanitario. Y así espera bajar drásticamente la tasa de mortalidad.
El Primer Ministro inglés, Boris Johnson, necesita un éxito para olvidar la desastrosa gestión de la crisis de covid, que ha provocado más de 70.000 muertes. Para una conquista de esta envergadura, un estudio publicado por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, sostiene que 2 millones de personas necesitarían vacunarse cada semana para prevenir una tercera ola epidémica.
Israel es el más avanzado en relación al tamaño de su población. El país acaba de lanzar, el 26 de diciembre, una estrategia de “flash”. Intenta inyectar a 150.000 personas al día. Así lograr vacunar a 2,25 millones de personas en un mes, una cuarta parte de los 10 millones de habitantes. El Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, fue audaz al presentar su objetivo: “Tan pronto como se logre esto, podremos, en menos de 30 días, salir del coronavirus y reabrir la economía”.
China y Rusia optaron también por tácticas de aplicación relámpago. Si bien gran parte de su población está recibiendo “golpes” de vacunas, el obstáculo es la falta de aprobaciones de sus desarrollos. El número de personas alcanzadas en los dos países se calcula en 1 millón y 52.000 personas, respectivamente. Incluso ambos están haciendo esfuerzos para vender sus vacunas a los países en desarrollo, entre ellos en México, Brasil, Argentina, Perú, Marruecos, Indonesia y Bahréin.
En particular China quiere “vacunar a toda la población”. El jueves dijo tener aprobada bajo “condiciones” una primera vacuna anti-Covid-19, la del laboratorio Sinopharm.
Un solo golpe, el debate británico
El lunes 4 de enero la vacuna Oxford comenzará a aplicarse en todo el Reino Unido. El esperado “golpe” de esta vacuna, que ha sido descrito como un cambio en las “reglas del juego” contra el covid-19, recibió luz verde de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) el 30 de diciembre.
Andrew Pollard, el director del Oxford Vaccine Group e investigador jefe del ensayo de Oxford, considero que esta autorización, aunque solo sea una comienzo, permitirá “adelantarnos a la pandemia, a proteger la salud y las economías cuando los vulnerables sean vacunados en todas partes, tantos como sea posible lo antes posible”.
AstraZeneca tiene 3,5 millones de dosis en viales y otros 15 millones que pueden embotellarse y estar listos para usar en las próximas semanas. Sin embargo, cada lote debe pasar una prueba de esterilidad de 20 días, controles de calidad aleatorios, antes de que pueda usarse. Esto significa que las primeras entregas deben hacerse de manera escalonada.
Los arribos de Pfizer, entregados al Reino Unido, incluyen un millón de dosis que se estaban reteniendo como la segunda dosis para aquellos que ya habían recibido su primer inyección. Después de una “rebelión de los médicos” por cambiar la política de uso de las escasas vacunas , ahora se puede administrar el stock existente como primera dosis, ya que habrá un intervalo de 12 semanas entre las primeras en lugar del intervalo original de tres semanas.
Para Johnson, en una entrevista ofrecida desde Downing Street, “el factor que limita la estrategia en este momento, es la oferta, no la distribución”.
Los mismos directores médicos, que reclaman una primera “dosis para todos”, también sostuvieron que era necesario vacunar a 30 millones de personas vulnerables y trabajadores de la salud y asistencia social en la fase uno del despliegue. “Un modelo en el que podamos vacunar al doble de personas en los próximos dos o tres meses es obviamente mucho más preferible en términos de salud pública que uno en el que vacunamos a la mitad pero con una protección solo un poco mayor”
Cómo sería un régimen de una sola dosis
Para el profesor Peter Openshaw, profesor de medicina experimental en el Imperial College de Londres, “cualquier movimiento para administrar una sola dosis de vacunas que han sido probadas y autorizadas en un régimen de dos sería traspasar la práctica normal”. No obstante reconoció que la estrategia es razonable.
“Las vacunas que resultan más eficaces de lo esperado lógicamente podrían probarse en una dosis más baja o en un régimen de dosis reducida, pero los efectos deberían ser monitoreados de cerca”.
Si el Reino Unido decide ir por este régimen de “sólo un golpe”, sus efectos serán monitoreados por varios países que intentan implementar planes similares, en el caso que las respuesta fuera exitosa.
Mientras tanto, el comité conjunto asesor del gobierno sobre vacunación e inmunización (JCVI) insistió en que un período de tiempo prolongado entre dosis no resultaría perjudicial.
En una extensa declaración explicando la decisión, dijo que la eficacia a corto plazo de la primera dosis de la vacuna Pfizer fue de alrededor del 90 por ciento, un 20 por ciento más alta que la de la vacuna Oxford.
“Dado el alto nivel de protección que ofrece la primera dosis, los modelos sugieren que vacunar inicialmente a un mayor número de personas con una sola dosis evitará más muertes y hospitalizaciones que vacunar a un número menor de personas con dos dosis”, dijo.
“Existe una dificultad legal en el hecho de que la autorización de la vacuna Pfizer/BioNTech es para dos dosis con 21 días de diferencia y no para una sola dosis. Si el JCVI fuera en contra de esa autorización, podría crear dificultades en términos legales, pero esto es una pandemia. "
La respuesta de los laboratorios
Las empresas farmacéuticas han respondido a los cuestionamientos de los gobiernos que empiezan a acumularse. Rechazan una escasez de vacunas contra el covid-19, e insisten en que se han entregado ya millones de dosis.
Para Ugur Sahin, el director ejecutivo de la alemana BioNTech, socia del gigante Pfizer, “este momento no se ve bien, está apareciendo un agujero porque faltan otras vacunas aprobadas y tenemos que llenar el vacío con nuestra propia vacuna”, en una cita de la prensa alemana.
Las demoras en la aprobación - que ya han sido reconocida por las agencias de regulaciones de Estados Unidos (FDA) y de Europa (EMA), que esperan más datos ante de autorizar el jab de AstraZeneca - han hecho que la startup de biotecnología alemana, se retrate en la entrega de dosis a la Unión Europea, además de un pedido menor que realizó originalmente Bruselas.
Los problemas de suministro han provocado, incluso, malestar entre los socios europeos. Alemania, debió cerrar temporalmente centros de vacunación por la falta de vacunas, pero además presiona a la agencia y el gobierno de Bruselas para dar aprobaciones de urgencia, u optará unilateralmente por negociaciones y contratos fuera de las negociaciones del bloque.
El calendario indica que el próximo 6 de mayo esté aprobado el desarrollo de Moderna por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Mientras Alemania presiona para adelantar la autorización de la candidata de Oxford y AstraZeneca, análisis que el organismo de regulación descarto hacer en enero.
Finalmente Rusia enfrenta un problema de producción de su vacuna Sputnik V, la respuesta contra el COVID-19 del Instituto Gamaleya. Con un estilo más reservado, y fuera de las revistas científicas de prestigio, hasta el propio presidente Vladimir Putin se ha referido a una opción de un solo componente como una “vacuna light o ligera”. El inquilino del Kremlin aseguró que proporcionaría menos protección que los dos componentes, pero “aún alcanzará el 85%”. Esta posibilidad, frente a una escasez, involucra a la Argentina o Bielorrusia - países después de Rusia que ya aplican el desarrollo de Gameya - , naciones que deberán repensar acerca de estrategias relámpago y de un solo golpe, especialmente Argentina que ha visto un repunte significativo de casos en las últimas semanas.