Arde la Operación Mbappé
Tras las declaraciones de la estrella, el PSG intensifica los esfuerzos para renovarle y el Madrid busca fórmulas para poder pagar su sueldo.
Pero el Real Madrid está ahora seriamente condicionado por dos circunstancias. Por un lado, por un préstamo concedido de 570 millones para la reforma del estadio, que deberá comenzar a pagar a partir de 2022. Ya ha tomado 100 millones de ese préstamo y en junio tomará otros 270. Y en junio de 2022, otros 200. Poco a poco, todo eso formará parte de la deuda del club. Por otro lado, los ingresos han caído de una manera drástica hasta los 617 millones de euros y se prevén unas pérdidas cercanas a los 100 millones de euros si la plantilla no accede a bajarse el sueldo. Con todo, aún tiene el Madrid músculo financiero suficiente, según se desprende de sus propias cuentas oficiales, como para afrontar una compra de la estrella (bien vendiendo jugadores, bien pidiendo un crédito) que rondara los 200 millones.
Desde el Real Madrid se empieza a deslizar a los círculos periodísticos que la coyuntura para afrontar un fichaje de ese calibre no es la propicia y se pretende frenar la euforia. Puede que por eso Mbappé fuera tan contundente a la hora de lanzar su mensaje a los cuatro vientos: “No quiero firmar un contrato y decir un año después que quiero irme porque no quería firmar el contrato. No. Si firmo (la renovación con el PSG), es para quedarme. Y eso merece una reflexión”. Para el Madrid hay poco que reflexionar sobre la base de que Mbappé pudiera cobrar 36 millones netos, porque eso supondría doblar el salario de los que más perciben, Bale y Hazard (ambos, 15 netos), en la plantilla blanca.
Encajar su alto sueldo.
La masa salarial actual del Madrid es de 448 millones de euros. Se ha incrementado en las últimas temporadas de manera peligrosa y será difícil rebajarla a corto plazo, pues a Bale le queda contrato hasta junio de 2022 y no parece fácil encontrarle otra vez un destino para que salga cedido. Un sueldo neto de 36 millones como el que pretende Mbappé supondría al Madrid un desembolso anual de 72 millones. Que la situación ya es complicada lo demuestra el hecho de que el club no ha parado de soltar lastre en los últimos tiempos con las ventas de Achraf, Reguilón, dando la carta de libertad a James, o con las cesiones de hombres como Jovic, Odegaard, Reinier, Mayoral, Ceballos, Brahim…
De cualquier manera, desde los despachos se siguen buscando fórmulas que hagan posible el fichaje programado ya de antemano de Mbappé para el verano de este año, siempre teniendo en cuenta que no será la única línea a reforzar. El dinero invertido anteriormente, 395 millones en hombres como Hazard, Vinicius, Rodrygo, Reinier, Militao o Jovi, todos fichajes fallidos, será difícil de rentabilizar y están aún en el aire las renovaciones de futbolistas vitales como Modric y Ramos (35 y 34 años respectivamente) y el fichaje de un delantero de garantías (Benzema tiene contrato hasta 2022 y 34 años). La duración de los efectos de la crisis es una incógnita y la previsión del club es que, con ella finalizada y el estadio remodelado, los ingresos superen ampliamente los 800 millones (ahora, sin público, están en 617). La incertidumbre es máxima, y Mbappé, por lo que dijo, quiere certezas. Tampoco el PSG puede dárselas con un descenso de 240 millones en los ingresos y la intención firme de fichar a Messi. La Operación Mbappé está abierta y se ha desatado…