Tregua de Navidad: cuando el fútbol frenó la Primera Guerra Mundial
En la Nochebuena de 1914, en pleno conflicto bélico, las tropas alemanas y británicas bajaron las armas y compartieron un momento especial con la pelota como la estrella de la jornada, rodando en la misma tierra en la que luego se matarían.
Sin embargo, cuando ese día de Nochebuena la Compañía A del Primero de Norfolk (británica) llegó a la zona de trincheras, en Flandes, Bélgica, reinaba una rara quietud. Mientras se preparaban para el combate, escucharon del lado alemán el canto de villancicos.
Se rompió el silencio. A través de la niebla que los separaba de los enemigos, los británicos observan que los germanos decoraron sus trincheras y habían armado limitados árboles de Navidad.
Deciden acompañar el canto y, lentamente, llegó la mañana del 25. Al mediodía, la niebla se disipó, y fue cuando desde las trincheras alemanas se escuchó: "Vengan para acá, no les dispararemos".
Al principio, un puñado se animó. La sorpresa fue aún mayor para los británicos cuando los germanos, hablando en inglés, les deseaban una Feliz Navidad, mientras que les estrechaban sus manos.
Se respetaron las reglas convencionales, aunque el resultado era lo de menos, incluso los historiadores afirman que no contaban los goles, pero que por un rato se olvidaron de la guerra. La escena descrita no fue la única sino que, con matices, se repitió a lo largo del frente, algunas por horas y otras duraron hasta el Año Nuevo.
Fue una tregua espontánea, no oficial, condenada por los altos mandos, los que, según relatan los historiadores, llegaron a penar con el fusilamiento estos actos.
Esta tregua quedó simbolizada a través de esculturas: una en Gran Bretaña, la que eterniza a dos soldados, uno inglés y otro alemán y en el medio, una pelota de fútbol. Se llama All together now.
Otra fue inaugurada el 17 de diciembre de 2014 en Ypres, Bélgica, cuando la UEFA conmemoró el centenario de la Tregua de Navidad. Michel Platini, presidente de la entidad en aquel momento, invitó a los jefes de Estado de Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Irlanda y del país local explicando: “La ceremonia de conmemoración debe rendir homenaje a los soldados que, hace un siglo, expresaron su humanidad en un partido de fútbol escribiendo un capítulo en la construcción de la unidad europea y que son un ejemplo a seguir por las jóvenes generaciones de hoy”.