Suecia: de ejemplo a una situación límite
El país optó por una estrategia de "no confinamiento" y en los últimos días está registrando elevados casos tanto de contagios como de muertes.
Sistema sanitario saturado
Los hospitales de Estocolmo están a rebosar y las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) se encuentran prácticamente llenas de pacientes. Según informa Reuters, Bjorn Eriksson, director de atención médica para la región de Estocolmo, ha pedido al Gobierno más personal sanitario para aliviar la crisis sanitaria en la región.
"Necesitamos ayuda. 83 pacientes se encuentran en camas de Cuidados Intensivos. Eso corresponde más o menos a todas las camas de cuidados intensivos que tenemos normalmente”, declaró el experto en una conferencia de prensa.
Nuevas medidas
Para relajar la situación en el país, el Gobierno ha decidido prohibir la venta de alcohol después de las 22:00 horas de la noche, así como las reuniones públicas de más de ocho personas. Los institutos y enseñanzas superiores pasaron desde el lunes y hasta principios de enero a la enseñanza virtual. El uso de la mascarilla no es obligatorio por “falta de evidencia científica”, según la Agencia de Salud Pública (FHM).
A pesar de los malos datos, parece que el Gobierno sueco sigue sin creer en un confinamiento: ”Levantar y cerrar cosas es realmente perjudicial para la confianza y también tendrá muchos más efectos negativos que mantener algún tipo de nivel de medidas todo el tiempo. Abrir y cerrar escuelas, por ejemplo, sería desastroso”, dijo en agosto Anders Tegnell, el epidemiólogo jefe del Ejecutivo, para el diario ‘The Observer’.
"La situación es muy grave"
Las autoridades del país calificaron este jueves de "muy grave" la situación en el país por la pandemia de coronavirus, después de registrar un nuevo récord de contagios. En las últimas 24 horas ha notificado 7.935 nuevos casos y 58 muertes, con una incidencia de 727 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
"Estamos intranquilos por la situación, pero no hasta el punto de que esté fuera de control. Las UCI están sobrecargadas y el personal tiene mucho trabajo, pero podemos ampliar la capacidad. No es una situación de crisis urgente", afirmó en una rueda de prensa Iréne Nilsson-Carlsson, de Asuntos Sociales.