Sørloth da alas al Red Bull
Un gol del noruego en el 92' permite al Leipzig depender de sí mismo para pasar a octavos. Partido de locura en Estambul (3-4) en el que Olmo marcó un gol.
La primera parte del equipo de la Red Bull ante el Basaksehir fue una clase maestra de presión adelantada, verticalidad, posesión, velocidad... Puro fútbol moderno. Quizás al Leipzig lo único que le falta es una gran estrella que resuelva en los metros finales. Es el único argumento coherente que podría explicar por qué el Basaksehir no se llevó una goleada en los primeros 45 minutos. Tras cinco ocasiones claras en los primeros 25 minutos, Sabitzer abrió el marcador con la ayuda de Skrtel, que desvió el disparo desde la frontal del austriaco.
No bajó el ritmo el Leipzig, que acababa casi todas las jugadas con sus dos carrileros en el área, Mukiele y Angeliño, que en cada partido parece telefonear a Luis Enrique para darle recuerdos. En una de ellas, el lateral francés ampliaba la ventaja con un disparo colocado con la izquierda.
Parecía todo sentenciado, pero en el descuento de la primera parte, Kahveci, a balón parado (no podía ser de otra forma), recortó distancias. El tanto dejó tocado al Leipzig, que en la segunda parte salió algo aturdido. Entre tanta incertidumbre, Upamecano vio una amarilla que le impedirá jugar el partido decisivo en Old Trafford por acumulación de tarjetas.
Fue entonces cuando apareció la conexión española: Angeliño encontró con el exterior a Dani Olmo, que tras un precioso recorte en el área, marcaba de un latigazo con la derecha su primer gol esta temporada.
Kahveci quiso convertirse en villano de los alemanes con dos disparos desde fuera del área (uno de falta directa que se coló por la escuadra) que empataron el encuentro a falta de cinco minutos. El empate dejaba al Leipzig dependiendo del PSG, pero entonces, Sorloth, que no había marcado tampoco esta temporada anotó el 3-4 en el descuento e hizo saltar a Nagelsmann y a todo el banquillo del Leipzig de alegría, que puede ser completa si consiguen la clasificación el Old Trafford, el teatro de los sueños. Mejor escenario, imposible.
