River le ganó a Arsenal, pero sembró dos preocupaciones

El Millonario ganó 2-1 en Avellaneda y cerró el año como líder junto a Boca en la Fase Campeonato, aunque sufre por las lesiones de Casco y Angileri.

Nicolás Mirelman
As
Si bien River tiene dos semanas por delante en las que definirá buena parte de sus aspiraciones futuras, el último partido de 2020 resultaba importante para encarar el mes de enero con un envión anímico y en la cima de la tabla de posiciones de la Copa Diego Maradona. Y ante Arsenal, consiguió un triunfo 2-1 en un encuentro con vaivenes.

Desde el inicio, el trámite se vio claro: el Viaducto optó por replegarse y presionar en campo propio, mientras que el Millonario se hizo dueño de la pelota y la administró con criterio, pero sin claridad en los metros finales.

El equipo de Marcelo Gallardo hizo ancho el campo y se apoyó en la libertad de sus laterales, incluso después de que Milton Casco tuvo que reemplazar a Fabrizio Angileri por una lesión muscular (más tarde, el entrerriano también saldría por una molestia similar).

En tanto, Nicolás De La Cruz y Jorge Carrascal buscaron asociarse en algunos tramos de la primera mitad sin éxito y los delanteros, también integrados al circuito de juego, por lo general no tomaron buenas decisiones.

Los de Sarandí apenas intentaron sacar algún contagolpe pero no incomodaron a Franco Armani, mientras que los locales en Avellaneda llegaban al fondo con facilidad y se repetían en la fórmula del centro con destino incierto.

Al minuto del complemento, un preciso envío de Carrascal para Rafael Borré le permitió a este último conectar una volea que estuvo cerca de ser la apertura del marcador, pero entre Maximiliano Gagliardo y el travesaño lograron evitarlo. Poco después, el ingresado Ignacio Fernández remató desde afuera del área al palo.

Después de esos dos avisos, finalmente llegó el tanto que los de Núñez nunca dejaron de buscar, mediante un disparo de Matías Suárez que no pudo corregir Borré, un rebote corto del arquero visitante y el oportunismo de Nacho para empujar la pelota a la red sin oposición.

El volante ex Gimnasia, con confianza después de su regreso, también fue protagonista del segundo cuando asistió a Suárez en una contra que el cordobés concluyó con una sutileza, por encima del cuerpo de Gagliardo.

En un partido que River tenía controlado, un par de acontecimientos inesperados volvieron a complicar las cosas: la lesión de Casco cuando ya estaban agotados los cambios y el descuento tras una escapada de Jhonatan Candia.

Los del Muñeco resistieron como pudieron en los minutos finales y se quedaron con una importante victoria para cerrar el año, pero también con una gran preocupación por la situación física de sus dos laterales izquierdos. La próxima semana, afrontarán el Superclásico en La Bombonera.

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