Pedri, regalo de Navidad
Koeman da con la tecla con su cambio de sistema y Messi ofrece su mejor versión con un golazo y dos asistencias de lujo en los goles de Lenglet y Braithwaite.
Koeman había agitado tanto la coctelera, que ya no le quedaban más recetas de cocina tradicional. Y entiéndase por tradicional, aquellas aferradas a su dibujo base. Pero la situación del Barcelona requería una revolución y el técnico holandés optó por ser el primer técnico blaugrana que sorprende a Sergio González, un entrenador que normalmente le tiene la medida tomada al Barça tradicional.
Sacrificando a Griezmann, Coutinho y Busquets y apostando por tres centrales (dos de ellos de 21 años) el equipo que un día fue blaugrana y que ahora se pasea por los campos del mundo luciendo todas las gamas del catálogo de Ágatha Ruiz de la Prada, jugó su mejor primera parte en mucho tiempo.
Sin conceder ocasiones al rival más que un disparo de falta de Alcaraz, envenenado como todos los suyos, el Barcelona se desmelenó al ritmo que marcó Pedri, un escándalo de futbolista que ha logrado que Messi vuelva a tener un socio en el campo. Si a eso le unes el dinamismo de Pjanic y las carreras de Dest, el Barça empezó a parecerse a un equipo con alma.
A los barcelonistas les volvió a costar abrir el marcador, porque Masip fue un gato ante Messi, pero no pudo hacer nada ante el remate de Lenglet de cabeza a centro del propio Leo. Un tanto importante para el francés, que se había visto cuestionado en las últimas semanas y para el equipo, poco acostumbrado a jugar con ventaja. El gol del defensa era el segundo consecutivo que anotaba un central para los culés.
Por primera vez en mucho tiempo, tras el gol, el Barça no perdió la cabeza y siguió dominando el juego. Ahí, Pedri, fue fundamental. El canario mejora cada balón que toca y activó a un Messi que originó la jugada del segundo tanto con una apertura a Dest que culminó Braithwaite. Pudo el Barça liquidar el partido en la primera parte si Masip no llega a lucirse de nuevo ante Messi tras un pase fabuloso de Pedri que el argentino agradeció con la cara del naúfrago que por fin divisa un barco desde su isla desierta en meses.
La primera parte del trabajo estaba hecha para el Barça, pero si algo caracteriza a los culés es su tendencia a la inestabilidad. Y delante, el Valladolid demostró de salida que es un equipo que se siente más liberado cuando juega buscando conquistar algo que parece perdido.
Sergio no se resignó y recompuso su equipo para apretar a los blaugrana con cuatro cambios que equilibraron el partido. El Barça ya no se sentía tan cómodo, pero era consciente de que tendría una oportunidad para matar el partido. Tras una ocasión fallada por Braithwaite tras otra cabalgada de Dest llegó la enésima maravilla de Pedri, que de espuela cedió un balón a Messi que permitió al argentino batir finalmente a Masip y superar el récord de Pelé.
Con 0-3 Koeman refrescó el equipo y mientras los nuevos se situaban en el campo Ter Stegen tuvo que salir al rescate con un paradón ante Orellana y otro ante Kike. Que se fuera Araújo y entrara Umtiti pudo entenderse como una casualidad, pero el francés dejó claro en los minutos que jugó que su situación es preocupante. Entre lo que representa el central campeón del mundo y lo que ofrece Pedri está el paisaje del Barça actual. Hay regalos que caen del cielo.