No se vayan de LaLiga, aún hay más

El Barça remonta el gol de Willian José con un tanto de Alba y otro de De Jong. Ter Stegen salvó a un equipo que volvió a acabar el partido pidiendo la hora.


Santi Giménez
As
No se vayan de LaLiga, que aún hay más. Con el triunfo del Barça ante la la Real Sociedad por 2-1 los de Koeman han pasado de la inmundicia de tener que mirar a cuánto estaban del descenso a proponer candidatura. El fútbol está loco. Y en pandemia, más.

El Barça se jugaba ante la Real lo que quería ser de mayor en este curso. Si perdía el equipo culé, había lío gordo asegurado. Una derrota condenaba a los barcelonistas a ser un equipo a la deriva obligado penar en una temporada de tránsito en busca de presidente, proyecto y horizonte. Si ganaban al líder, que es lo que pasó, volvían a la carretera principal.

La Real, en estos caso siempre es para el Barça un excelente cliente que acude a solventar las peores crisis. Llegaba favorita y líder al Camp Nou sólo por los números. Una vez más, el partido, el escenario y el rival se les hizo gigante. Tuvo el equipo de Imanol la oportunidad de descartar a un rival en la carrera por el título, pero lejos de matar al herdo, le dieron carrete. Los txuri-urdin perdieron su primer partido fuera de casa de la temporada en el momento más inoportuno.

Fue un un partido que puede definir el tiempo loco de esta competición. El equipo de Koeman, que hace dos semanas estaba roto, ya es candidato de nuevo LaLiga. Los vascos llegaron líderes al Camp Nou, pero nunca dieron la sensación de creerse su jerarquía en un partido adelantado que supuestamente correspondía a la jornada 19 en una Liga que lleva 14 jornadas oficiales, pero en la que al Barça le faltan dos partidos por disputar. Es decir, un caos en la clasificación, en el partido y en las sensacones.

El Barcelona se enganchó a LaLiga en una jornada que define su momento. Lo que hace semanas era un escenario terrible porque los culés estaban en el caos, ahora se ha convertido en un paisaje reconocible.

El Barça era un equipo que necesitaba que todo fuera orden y que el trasunto del partido fuera pausado. El equipo que en su día fue el ejemplo cartesiano de que el sistema puede llegar a sublimar una idea a base de perfeccionarla con insistencia, es ahora un equipo tan imprevisible que se ha acostumbrado a vivir en el alambre y al final ha hecho de la necesidad virtud. A lo loco se vive mejor.

Donde antes abundaba la paciencia, la artesanía y la seguridad, ahora se vive esperando un fogonazo. Dónde primaba la elaboración lenta, ahora se busca la inspiración. Los escenarios en los que se controlaba el tempo han dado paso a duelos cara a cara en los que el Barça fue más efectivo que la Real Sociedad.

Y eso que la Real logró adelantarse en el marcador, lo que ante el Barcelona supone casi una póliza de victoria. Siete partidos llevaban los blaugrana sn poder remontar la ventaja del rival y tuvo que ser ante el líder, que además no había perdido ni un partido lejos de su estadio, el primer día descontaran.

Cuando William José marcó a la media hora parecía que tosdo el pescado estaba vendido, pero hay días en los que todo sale al revés y el mundo busca que haya emoción. Alba se desplegó por la banda y empató el partido y De Jong marcó un tanto definitivo porque el acoso de la Real en la segunda parte no dio resultado. No se vayan de LaLiga, que aún hay más.

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