Messi frena la caída

Un gol del delantero argentino desatasca en el minuto 76 a un Barça al que le costó materializar su superioridad ante el Levante. Partidazo de Aitor Fernández.

Santi Giménez
As
Un gol de Messi detuvo el descenso a los infiernos de un Barça que no tenía margen de error y que durante 75 minutos se dio de bruces ante el Levante. La victoria por 1-0 ante el Levante permite frenar la caída libre en la que estaba sumido el cuadro blaugrana, que a partir de estos tres puntos puede asentar una base para reparar las grietas de la nave, que son más mentales que de juego como se demostró en unos agónicos minutos finales.

Koeman era consciente de que se la jugaba después de los últimos resultados y como tantos otros que estuvieron en una situación similar en su puesto anteriormente, entre revolucionar el equipo y apostar por lo supuestamente seguro, optó por la segunda opción. Había reclamado en la previa el técnico holandés un paso adelante de los jugadores referencia del equipo y en consonancia a este planteamiento, el holandés alineó a las ‘vacas sagradas’ que más bien parecen ‘vacas cansadas’. Hasta siete de los protagonistas de la debacle de Lisboa (ocho si contamos a Coutinho) fueron titulares ante el Levante.

Lo que sí varió Koeman fue la disposición de sus piezas en el terreno de juego. Con De Jong más descolgado ofensivamente, dejando a Busquets como medio centro, mientras que delante Messi, Braithwaite y Griezmann intercambiaban posiciones ante un Coutinho que volvió a perpetrar un monumento a la nada.

El Levante salió valiente consciente de que cuando juegas ante el Barça, muchas veces la táctica se resume en esperar el despiste de los blaugrana. El fallo no tardó en llegar, pero en el error de Dest en la marca, De Frutos no aceptó a la hora de apuntillar a Ter Stegen en el que podía haber sido el 0-1.

Tardó el Barça en recuperarse del susto inicial, my cuando lo hizo, fue con más pundonor que orden. Además, Aitor se lució ante un disparo de Braithwate, un cabezazo de Griezmann que Lenglet envió a las nubes tras el rechace del portero visitante y un nuevo disparo a bocajarro de Griezmann. De Messi, casi nada. Sus disparos de falta o se estrellaron en la barrera o llegaron mansos a las manos de Aitor y cuando De Jong le ofreció ventaja en un contragolpe, su chut fue espantoso.

De cara al segundo tiempo, a Koeman le tocaba decidir entre perseverar en el plan o bien agitar el árbol de un partido en el que tuvo ocasiones, pero en ningún caso dio sensación de gobierno.

La primera medida fue la de fijar al danés como delantero centro y la segunda la de retirar a Busquets para dar entrada a Pedri. De Jong asumía el timón del equipo, Pedri dinamizaba el ataque, el Barça subía revoluciones, pero el gol se resistía.

Paco López refrescó el equipo con un triple cambio en cuanto vio que se mantenía el empate a cero a 25 minutos de la orilla. El Levante buscaba piernas y al Barça le empezaban a acuciar las prisas. Entró Trincão por Coutinho en un intento de cambiar la esperanza por la espuma.

Aitor volvió a lucirse ante Messi, que parecía negado ante portería y Braithwaite desperdició el único saque de esquina que el Barça logró ganar por alto. Pero el Barça no se rindió, esa rebelión ante el infortunio fue la mejor arma de un Barça que a falta de clarividencia tiró de orgullo. Braithwaite y De Jong robaron un balón y le sirvieron a Messi el balón que le sirvió al argentino para espantar fantasmas e inaugurar el marcador.

Al Barça le quedaba por delante una prueba de madurez. la de mantener el exiguo, pero justo resultado y no volver a estrellarse en la última curva. Koeman, sin manías, retiró a Griezmann para jugar los últimos minutos con Umtiti y así lograr frenar la caída al infierno pidiendo la hora ante los saques de esquina del Levante.

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