"Llamé gilipollas a Wenger para que me vendiese, pero no funcionó"
“Nos respetábamos el uno al otro, tuvimos reuniones muy provechosas y ambos éramos muy honestos el uno con el otro. Pero recuerdo que en aquel momento yo quería irme del Arsenal y el Crystal Palace se había decidido a hacer una buena oferta por mí. El acuerdo no salió adelante porque el club no consiguió encontrarme un sustituto”, recuerda ahora Bendtner.
El jugador, que llegó a marcar 47 goles y repartir 22 asistencias durante sus 171 partidos en el Arsenal, se retiró el pasado agosto, pero todavía recuerda la frustración que sintió entonces. “Wenger me llamó y me dijo: ‘Lo siento, no te puedes ir’. Eso para mí fue una decepción inmensa, llevaba toda la semana esperando que me dijeran que podía irme. Le dije que era un gilipollas y un imbécil para que tuviese que venderme, pero no funcionó”, explica. “Esto me enseñó mucho acerca de su carácter, pues más tarde me explicó que el hecho de que yo me quedase era lo mejor para el club. Era difícil discutírselo. Ésa fue la única ocasión en que tuvimos una discusión verdaderamente acalorada… ¡en el resto él era el único que me gritaba a mí!”.